El EI proclamó un califato en zonas de Irak y Siria a finales de junio, tras tomar amplias partes de territorio.
No es la primera vez que los extremistas suníes destruyen santuarios y tumbas sufíes o de otros credos en Siria.
Las diferencias entre los sufíes y los yihadistas, corriente a la que pertenece el EI, parten del hecho de que éstos últimos dicen que representan un islam "más puro" que no admite el culto al santo o la adoración a la persona, que está casi en la esencia del sufismo.
Además, el EI rechaza los rituales (danzas y música) con los que los sufíes expresan su respeto a Alá.
Fuente: Télam