Si se diera esa circunstancia, que no pudieron hacer realidad los inspectores de la ONU, la mayoría de comunidad internacional -que no apoya la guerra- justificaría de alguna manera la actitud asumida por el presidente George W. Bush, aunque no debería cerrar los ojos ante los horrores que están ocurriendo en Irak.
A pesar de que los expertos señalan que nunca en la historia una fuerza militar avanzó con tanta rapidez por un terreno enemigo, los aliados aún no pudieron cumplir con los planes que se habían planteado en Irak, debido a la tenaz resistencia de los iraquíes. (Télam-SNI)