Zelaya pasó los últimos cuatro meses en esa sede diplomática, luego de su retorno secreto a Honduras tras haber sido derrocado en un golpe de estado perpetrado por el opositor Roberto Micheletti, quien dejó hoy la presidencia en manos del empresario Porfirio Lobo, ganador.
Ganador de las elecciones de noviembre pasado, que se realizaron pese al rechazo de la comunidad internacional, Lobo asumió hoy la Presidencia hondureña con llamadas a la reconciliación nacional e internacional para superar la crisis en que está sumido el país desde el golpe de Estado contra Zelaya.
En el acto de investidura hubo una exigua representación exterior y apenas contó con la presencia de sólo dos presidentes de la región: el panameño Ricardo Martinelli, y el dominicano Leonel Fernández. El resto de los jefes de Estado regionales -salvo Estados Unidos- no reconoce a Lobo.
Justamente, el Gobierno estadounidense le dio su visto bueno y felicitó al nuevo mandatario y reiteró su compromiso de trabajar con él para superar la crisis política en el país centroamericano.
"Felicitamos al presidente Lobo en su investidura y esperamos trabajar con su Administración para ayudar a Honduras a sanarse de esta crisis política", dijo un vocero del Departamento de Estado, Charles Luoma-Overstreet.
Lobo optó por abordar en su discurso la crisis como un asunto prácticamente superado, agradeció a la comunidad internacional sus gestiones para recuperar la normalidad en el país y deslizó su esperanza de que su país pueda reingresar en la OEA.
"Acabamos de salir de la peor crisis política de nuestra historia democrática, pero (...) hemos logrado evitar todos los grandes peligros que afrontaba nuestra nación", dijo Lobo en una ceremonia que duró alrededor de seis horas.
"Estamos listos y dispuestos a enfrentar el futuro unidos", subrayó Lobo, de 62 años y ganador de las elecciones del 29 de noviembre, rechazadas por la mayor parte de la comunidad internacional por entender que se desarrollaron en un marco de ruptura constitucional tras el derrocamiento de Zelaya.
Ante apenas una veintena de delegaciones extranjeras y miembros del cuerpo diplomático acreditado en Honduras, aseguró que desea "una necesaria e indispensable reconciliación con la comunidad internacional".
Su primer acto como gobernante fue sancionar el decreto aprobado en la noche de ayer, martes, por el Congreso Nacional para otorgar una amnistía política a los involucrados en la crisis causada por el golpe de Estado de junio pasado contra Zelaya, a quien le otorgaron un "salvoconducto" para dejar el país y partir hacia República Dominicana.
Lobo interrumpió su discurso para pedir al presidente del Congreso, Juan Orlando Hernández, que le llevara el decreto y firmó el documento manifestando que la amnistía para los delitos políticos responde al "principio de la reconciliación" y es "el perdón del Estado para perdonarnos todos".
Entre abucheos, agradeció al mandatario de Costa Rica, Óscar Arias –el fallido intermediario entre Zelaya y Micheletti-, "por haberse interesado desde el principio en una solución justa y pacífica" a la crisis, y a Leonel Fernández por la firma del acuerdo que facilitó la salida del país de derrocado presidente.
"Estoy seguro de que muy pronto se permitirá nuestra pronta incorporación" a la Organización de Estados Americanos (OEA), dijo, tras agradecer, en medio de una sonora pitada, la ayuda de ese organismo, del que Honduras fue suspendido tras el golpe de Estado.
Fuente: minuotuno.com.ar