Según Al Halabi, el jefe máximo de Al Qaeda, Ayman al-Zawahiri, había enviado al fallecido líder a Siria para intentar resolver la creciente confrontación entre el EIIL y el Frente Al Nusra, la milicia islamista que el comando central de Al Qaeda reivindica como su filial en Siria.
Desde hace más de un año, los enfrentamientos entre las milicias insurgentes paralizaron parte del norte de Siria y han dejado cientos de muertos y miles de heridos en esa región, profundizando aún más la guerra civil que estos grupos armados pelean hace casi tres años contra el gobierno de Bashar Al Assad.
No muy lejos de la ciudad norteña de Alepo, al menos 15 personas murieron hoy y otras 65 resultaron heridas en un ataque explosivo contra un hospital de campaña en la localidad de Atmeh en la provincia de Idlib, controlada por los rebeldes, cerca de la frontera con Turquía.
Según Corporación de Oriente, la organización que gestiona el hospital, el edificio fue atacado por el Ejército y las víctimas son médicos, enfermeros y pacientes.
Desde el comienzo del conflicto armado en marzo de 2011, más de 130.000 personas murieron y más de 6,5 millones tuvieron que huir de sus casas y refugiarse dentro y fuera de Siria.
Fuente: Télam