La Fiscalía de Nuevo León, estado fronterizo con Estados Unidos, informó la noche del viernes que de los 113 policías investigados detuvo a 44, los cuales están en calidad de arraigados, que significa detención preventiva sin presentación ante un juez, en lo que se amplían las investigaciones.
La detención de los policías ocurrió después de la captura de hombres armados que dijeron trabajar para el cartel de las drogas Los Zetas y confesaron que varios policías protegían a ese grupo.
El Gobierno de Nuevo León intenta limpiar a las antiguas corporaciones estatales y municipales que, según las propias autoridades, estaban infiltradas por la delincuencia organizada. Su objetivo es sustituirlas por una nueva corporación llamada Fuerza Civil, que recién entró en operación.
Nuevo León vive una ola de violencia desatada por la disputa entre Los Zetas y el cartel del Golfo por el control de este territorio para la venta de drogas y extorsión a empresarios.
El pasado 25 de agosto un grupo criminal presuntamente aliado con Los Zetas incendió en Monterrey, capital de Nuevo León, el Casino Royale matando a 52 personas. Entre los detenidos por este caso está un policía.
Fuente: EFE