"Vamos a sentarnos, estamos platicando, no tengan la menor duda de eso", dijo el líder de facto a periodistas, aunque no aclaró si las conversaciones serían cara a cara con Zelaya, con intermediarios o si nombraría a una delegación. Micheletti dijo que el encuentro con Insulza fue en la base militar de Palmerola, al norte de Tegucigalpa, que aloja a cientos de militares estadounidenses. "Hablamos de todo, absolutamente de todo, por eso digo yo que la tranquilidad está volviendo al país y nos alegra mucho", explicó.
"Hablamos en forma general, del acuerdo de San José, lo que está pasando en Honduras, de las dificultades que se han tenido con esta llegada del señor Zelaya", añadió. La tarea de los funcionarios de la OEA que arribaron el viernes será preparar la agenda de una misión de cancilleres que llegará la próxima semana.
Un enviado del secretario general de la OEA había dicho que delegaciones de Zelaya, refugiado en la embajada de Brasil en Tegucigalpa, y de Micheletti podrían sentarse a la mesa cuando la misión aterrice el 7 de octubre. "El propósito de esta misión de cancilleres es propiciar un diálogo entre hondureños para el restablecimiento del orden constitucional con base en la Acuerdo de San José y que permita además la pacificación, la reconciliación en Honduras", dijo Víctor Rico, jefe de la misión de avanzada de la OEA.
El "Acuerdo de San José", propuesto por el presidente de Costa Rica, Oscar Arias, plantea la restitución de Zelaya a la presidencia, algo que ha rechazado una y otra vez Micheletti.
El principal asesor de Insulza, John Biehl, dijo esta semana que el plan podría modificarse, pero no precisó en qué punto. "Naturalmente hay que ser cautos en todo esto, pero yo creo que a todos nos anima un razonable optimismo", dijo Rico, secretario de Asuntos Políticos de la OEA, en referencia a la posibilidad de que las partes se sienten a dialogar. Rico no aclaró si la misión de avanzada se reunirá con Zelaya o Micheletti.
El Gobierno de facto había impedido el domingo pasado el ingreso de una delegación de la OEA porque, según dijo, no estaban dadas las condiciones para su presencia. La dividida Honduras vive su peor crisis política en décadas desde hace tres meses, cuando Zelaya fue derrocado a punta de pistola por militares y expulsado a Costa Rica por supuestamente violar la Constitución con sus intentos de allanar camino para la reelección presidencial.
Zelaya regresó al país el 21 de septiembre clandestinamente en busca de volver al poder y se refugió en la embajada brasileña en la capital hondureña, que desde entonces está rodeada por militares y policías con órdenes de arrestarlo.
Diputados brasileños visitaron el jueves Honduras para asegurarse de que el Gobierno de facto no allanará la embajada una vez que se cumpla la próxima semana un ultimátum de Micheletti para que Brasil asile a Zelaya o lo entregue a la justicia. Después de reunirse con Micheletti, los diputados brasileños dijeron que el presidente de facto se comprometió a respetar la sede diplomática.
Fuente: Infobae.com