Un grupo de los considerados "presos políticos y prisioneros de guerra de las FARC", recluidos en cárceles de Colombia, pidió en una carta dirigida a la senadora liberal Piedad Córdoba que continúe trabajando por el canje humanitario y pidieron la participación en el proceso de la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini.
En la carta, con fecha 23 de diciembre, piden que Bonafini "y la comunidad internacional" se sumen a la búsqueda del acuerdo humanitario, que implicaría la libertad de rehenes en poder de las FARC y de guerrilleros presos.
"Consideramos que el elemento fundamental del diálogo político conducente a la apertura y ampliación del espacio democrático, lo constituye la liberación de los prisioneros de guerra mediante un acuerdo e intercambio humanitario", precisa la nota, difundida por la Agencia Bolivariana de Prensa (ABP) y recogida por ANSA.
En el texto, el grupo reclama que se los deje de llamar delincuentes y terroristas y piden, en cambio, que se los considere "prisioneros de guerra".
La carta afirma que "la solución al conflicto es política, para poder así, por medio del diálogo fraterno y la reconciliación nacional construir la patria que deseamos en paz y con justicia social, y no seguir transitando por el despeñadero de la guerra civil".
"Los estamos invitando desde las mazmorras del régimen a continuar y no desfallecer en la búsqueda del intercambio humanitario, a que junto con Hebe de Bonafini, presidenta de las Madres de la Plaza de Mayo en Argentina, y la comunidad internacional, levantemos con fuerza la consigna para concientizar a nuestras familias, compañeros, amigos, colombianos y colombianas en general de que ’¡no somos delincuentes, no somos terroristas, somos prisioneros de guerra!’", señalaron.
Córdoba fue elegida por las FARC como mediadora para encabezar la operación de rescate de otros seis secuestrados que la guerrilla pondrá en libertad en los próximos días.
La senadora liberal -que ya lideró otros dos procesos este año- también había pedido al gobierno de Colombia que se permitiera la participación de representantes extranjeros, pero la administración de Alvaro Uribe rechazó esa pretensión.
Por otra parte, el gobierno colombiano anunció la detención de una presunta guerrillera de las FARC que participó en el 2000 del secuestro del ex congresista Oscar Tulio Lizcano.
El secretario de gobierno del departamento de Caldas, Henry Murillo, expresó que la insurgente fue detenida por miembros del Ejército y el servicio secreto (DAS) en la localidad de Riosucio (centro-oeste).
"Era la comandante de la cuadrilla de ese sector y estaba generando esa zozobra en esa parte del departamento de Caldas. Gracias a información oportuna, miembros del Ejército y del DAS capturaron a esta señora", detalló Murillo, según la agencia DPA.
Marinelly Hernández, alias "Rubiela", cabecilla del frente "Aurelio Rodríguez" de la guerrilla más antigua de Colombia, fue llevada ante un juez de la ciudad de Manizales, capital departamental de Caldas.
El domingo 21, las autoridades habían capturado a un presunto rebelde de las FARC que custodió a Lizcano durante sus ocho años de secuestrado.
Lizcano se fugó de las FARC en octubre pasado gracias a la ayuda de un guerrillero conocido con el alias de "Isaza", quien recibió una recompensa por ayudar al ex congresista y fue asilado en Francia junto a su compañera sentimental.