También, de acuerdo con Illanes, solicitaron salir a la superficie, lo que les fue negado, específicamente por el gerente de operaciones de la mina, Carlos Pinilla.
Las acusaciones hechas por Illanes al diputado Carlos Vilches (UDI), integrante de la comisión investigadora de la Cámara de Diputados, motivaron que éste contactara a varios integrantes del grupo para pedirles que entregaran su testimonio en el Congreso.
"Me señaló que a las 11 empezaron a sentir ruidos muy fuertes. Pidieron salir y les negaron el permiso. Ellos (los mineros) piensan que hubo negligencia de los dueños y gerentes. Las condiciones y el riesgo eran cosa sabida, pero estos señores (actuaban) como si lloviera (…). Lo razonable era sacarlos", dijo Vilches, quien también confirmó que varios ya han accedido a entregar su testimonio .
La versión de Illanes fue confirmada por sus compañeros Jimmy Sánchez y Omar Reygadas. "La mina estaba sonando y nos dejaron adentro, pero no puedo hablar más de eso", respondió Sánchez.
"Yo estaba en un cargador, cuando ocurrió. Después escuché lo de la llamada. Debe haber sido el jefe de turno (Luis Urzúa) o el capataz (Florencio Avalos). Uno de ellos se contactó con Pinilla. Sabía muy bien lo que pasaba en la mina, así que no puede negarlo. Hacía varios días que estaba crujiendo. Yo me presentaré ante la comisión investigadora. Es mi deber", agregó Reygadas.
El asesor del Ministerio del Interior, Cristián Barra, quien participó en el proceso de rescate, reconoció pistas que delataban el colapso. "La opinión de los expertos de Codelco es que esto no ocurrió de un minuto a otro, sino que necesariamente existieron señales de que podía ocurrir un derrumbe", aseveró Barra al diario La Tercera de Chile.
Decir que la mina San José "goteaba" no es novedad. La propia señora Lilianette Ramírez, la mujer de Mario Gómez, el "Navega´o", el rudo minero que intentó escapar trepando por cueros y cables a través de la chimenea, sólo horas después del derrumbe, contaba que su marido repetía, una y otra vez, que tenía miedo a morir en el pique antes de ese fatídico turno.
Esta vez, sin embargo, el goteo se transformó en una lluvia de piedras y tierra. La mina estaba dando un aviso que nadie, salvo los mineros, pareció escuchar.
Miguel Valenzuela, un ex minero del yacimiento San José, amigo de Jorge Galleguillos, el "Galleta", otro de los 33, detalló que el "goteo" y los crujidos eran increíblemente violentos. Incluso, agregó, ya el miércoles 4, uno de los camioneros de las empresas contratistas advirtió al mismo Pinilla del inminente colapso del yacimiento. "Nadie lo escuchó. Y eso que le había caído como media tonelada de tierra y piedras sobre el camión. Las cajas -las paredes del cerro- explotaban a cada rato", explicó Valenzuela.
(Fuente: La Tercera de Chile).