Esa acción legislativa era el paso previo que el primer ministro había fijado para formalizar su dimisión ante Napolitano, anunciada el 8 de diciembre pasado, tras el retiro de apoyo parlamentario por parte de Pueblo de la Libertad (PDL), el partido de su predecesor, Silvio Berlusconi.
Con 309 votos a favor, 55 en contra y 5 abstenciones, la Cámara baja (diputados) ratificó en tercera lectura parlamentaria el proyecto de Ley de Estabilidad, que había sido aprobado en Consejo de Ministros en la madrugada del 10 de octubre pasado.
Luego, la presidencia italiana informó en un comunicado que Monti formalizó su renuncia, con lo que dio por concluida la experiencia del gobierno tecnócrata, que llegó al poder en noviembre de 2011, tras la salida anticipada de Berlusconi, informó la agencia de noticia EFE.
Monti, de 69 años, acudió hoy al que fue su último acto público como primer ministro de Italia, la tradicional conferencia de embajadores en Roma, en el que defendió el trabajo realizado por su Ejecutivo y recibió un aplauso por parte de los diplomáticos.
Según el ex comisario europeo, su tarea de gobierno, desempeñada durante unos meses "difíciles, pero fascinantes", hizo que Italia sea "más fiable, además de más competitiva y atractiva para los inversores extranjeros" y también permitió que la "situación de Europa y del euro haya mejorado notablemente".
Luego, Monti celebró su último Consejo de Ministros de la legislatura, que duró poco más de un cuarto de hora y en el que aprobó un decreto legislativo (que tenía ya el visto bueno del Parlamento) para impedir que a las elecciones se presenten candidatos con condenas de prisión en firme superiores a dos años.
Tras la dimisión de Monti, Napolitano tiene previsto reunirse mañana con los grupos parlamentarios para después firmar previsiblemente el decreto para la disolución del Parlamento, tras lo que se convocarán oficialmente las elecciones, cuya fecha "más idónea" es, a juicio de Napolitano, el 24 de febrero de 2013.
Aun queda por despejarse una de las mayores incógnitas de los últimos meses en la vida política italiana: si Monti, que en este tiempo contó con el apoyo de las autoridades de comunidad europea y la canciller alemana, Angela Merkel, concurrirá o no a esas elecciones generales, algo que puede anunciar el próximo domingo en la tradicional rueda de prensa de fin de año.
Con su renuncia, Monti pone fin a trece meses de un Ejecutivo tecnócrata, que comenzó en noviembre de 2011 después de ser llamado a sustituir a Berlusconi, quien se vio obligado a dimitir al perder el apoyo de la mayoría parlamentaria en medio de las turbulencias de los mercados sobre la incertidumbre financiera de Italia, la tercera economía de la zona euro.
En todos estos meses, Monti, que ahora también pone fin a una legislatura que comenzó en 2008 con la victoria electoral de Berlusconi, contó con el apoyo de la mayoría de grupos parlamentarios, a excepción de la oposición del partido progresista Italia de los Valores y de la secesionista Liga Norte.
La tarea del hasta ahora primer ministro se centró en acometer reformas estructurales, con un plan de ajuste de más de 30.000 millones de euros para recuperar la confianza de los mercados en Italia, un trabajo que desde Bruselas piden que el país siga acometiendo durante la próxima legislatura.
Los presupuestos para 2013, que ayer fueron aprobados en segunda lectura por la Cámara alta (senadores), incluyen la introducción de la tasa sobre las transacciones financieras acordada a nivel comunitario, que entrará en vigor a partir de marzo en Italia, retrasándose hasta julio en el caso de los derivados.
Además la norma, con la que el Ejecutivo pretende realizar un ajuste de 11.600 millones de euros durante tres años, incluye la suba de un punto en el IVA en su tipo general, del 21 al 22%, a partir del próximo julio.
Fuente: Télam
