Una década después de los ataques que destruyeron las Torres Gemelas, el barrio donde se erigían las dos moles atrae unos 9 millones de visitantes anuales.
Cuenta con 18 hoteles y 4 mil habitaciones, comparado con los seis hoteles y 2.300 habitaciones que había antes de los ataques. Para muchos turistas, la “zona cero”, como le dicen al lugar arrasado por los atentados, es una visita obligada, igual que Times Square y la Estatua de la Libertad.
Si bien abundan las distracciones, incluidos negocios y restaurantes, el objetivo de los visitantes es ver de primera mano el sitio que ocuparon las torres y rendirle homenaje a las casi 3 mil personas que murieron en los atentados del 11-S.
Coincidiendo con el 10º aniversario de la tragedia se inaugurará un museo y monumento debajo de un atrio de vidrio, que llevará al visitante 21 metros bajo tierra, al corazón mismo de la gran fosa dejada por los edificios.
“Hay otro espíritu. Uno percibe que la comunidad se repuso”, comentó una de las turistas mientras caminaba junto a la Capilla de San Pablo, que atendió a bomberos, policías y voluntarios durante las tareas de búsqueda de víctimas en el 2001.
Fuente: infobae.com