Antes de viajar a Roma para su nombramiento, Aguilar, de 84 años, concedió entrevistas a medios locales y con sus polémicas declaraciones indignó tanto a asociaciones de homosexuales como a dirigentes del ámbito político.
"La homosexualidad es una manera deficiente de manifestar la sexualidad, porque ésta tiene una estructura y un fin, que es el de la procreación", dijo el religioso en una reciente entrevista con el Diario Sur, de Málaga.
El sacerdote añadió que "una homosexualidad que no puede alcanzar este fin está fallando. Eso no es un ultraje para nadie. En nuestro cuerpo tenemos muchas deficiencias".
"El señalar a un homosexual una deficiencia no es una ofensa, es una ayuda porque muchos casos de homosexualidad se pueden recuperar y normalizar con un tratamiento adecuado". En su opinión, "no es una ofensa sino estima", porque "cuando una persona tiene un defecto, el buen amigo es el que se lo dice".
En este sentido, el nuevo cardenal explicó que él padece hipertensión pero que en vez de enfadarse porque se lo digan lo entiende como "una deficiencia que tengo que corregir como pueda".
En un comunicado, Gonzalo Serrano, el presidente de la federación Arco Iris, que aglutina a varias asociaciones de gays y lesbianas de Andalucía, afirmó que las palabras del cardenal Sebastián suponen un "ataque a la dignidad" de las personas homosexuales e "incitan a la homofobia", por lo que pidió al papa Francisco que lo "llame al orden".
La asociación comparó la actitud del nuevo cardenal con la de los "fundamentalistas católicos" que promueven la persecución de gays y lesbianas en Camerún, Nigeria o Uganda.
Asimismo, la asociación de padres y madres con hijos homosexuales, Familias por la Diversidad, envió una carta futuro cardenal español en la que le pide una rectificación y explica que la homosexualidad no es una enfermedad.
Recuerdan al cardenal que la American Psychological Association (APA), que aglutina a 150.000 psicólogos de Estados Unidos, rechaza que se someta a las personas homosexuales a tratamientos de conversión, ya que "no sólo no funcionan, sino que además pueden llevar a la depresión y al suicidio".
Por su parte, la Confederación Lesbianas, Gays, Bisexuales, Transexuales Española (Colegas) repudió las palabras del arzobispo y señaló que "la homosexualidad no es enfermedad curable, pero la homofobia sí".
También la secretaria de Igualdad del Partido Socialista (PSOE), Purificación Causapié, acusó a Sebastián de "fomentar la discriminación y la homofobia" y sostuvo que decir que la homosexualidad es una deficiencia es "no reconocer un principio fundamentalmente democrático como es la libertad de las personas para ejercer su sexualidad".
"Este es un principio que defiende nuestra Constitución", subrayó la dirigente socialista, quien reclamó a la Iglesia Católica que respete estas leyes de la democracia.
En otra entrevista, publicada por El Periódico de Aragón, Sebastián expresó su opinión sobre el la reforma que promueve el gobierno de Mariano Rajoy que endurece la ley del aborto, en la línea con los reclamos de la Iglesia.
Interrogado sobre este asunto, sostuvo que "todas las mujeres que quieren abortar lo que buscan es quitarse del medio a sus hijos para disfrutar de la vida. ¿Cuántas niñas hay que quieren abortar por ser violadas? Esa es la pregunta. De los 120.000 abortos año, ¿cuántos son por violación? Este debate está pervertido", remarcó.
Fuente: Télam