La Alta Comisionada de Derechos Humanos de la ONU, Navi Pillay, denunció el viernes un recrudecimiento "alarmante" de la represión contra la rebelión popular que amenaza al régimen del dirigente libio Muamar Kadhafi, que podría haber dejado "miles de muertos y heridos".
"En abierta y continua violación de las leyes internacionales, la represión de manifestaciones pacíficas en Libia se intensifica de forma alarmante, con informes de masacres, detenciones arbitrarias, detenciones y torturas de manifestantes", declaró Pillay.
"De acuerdo con ciertas fuentes, puede haber miles de muertos o heridos", agregó, al abrir una sesión especial del Consejo de Derechos Humanos de Naciones Unidas consagrada a la situación en Libia.
Los 47 miembros del Consejo se pronunciarán al finalizar la reunión sobre un proyecto de resolución que pide excluir a Libia de este organismo de la ONU, del que forma parte desde mayo de 2010
El líder del régimen no está dispuesto a rendirse, por lo que acumula tropas para que defiendan la capital de los opositores, que avanzan con decisión. El enfrentamiento decisivo podría comenzar hoy mismo, como sucesió en Egipto, un viernes, día Santo del Islam.
El Consejo de Seguridad de la ONU, que aseguró que la represión es cada vez más intensa y que ya son miles los muertos, está reunido en Nueva York para discutir medidas de presión sobre Khadafi, sordo a los llamados para que ponga fin a la brutal represión de las protestas que desde el 15 de febrero reclaman su renuncia.
El dirigente de 68 años, en el poder desde 1969, acusó el jueves a los manifestantes de estar vinculados a la red islamista Al Qaeda y de actuar bajo los efectos de las drogas.
En un mensaje dirigido a la población de Zauiya (60 km al oeste de Trípoli), teatro de violentos enfrentamientos, Khadafi proclamó: "Ustedes en Zauiya han escogido a Bin Laden. Ellos (los hombres de Bin Laden) les han dado drogas".
Esa fue la segunda intervención pública del dictador desde el inicio de la sublevación. En la primera, el martes, se dijo decidido a morir como un "mártir" y a dejar en el combate "hasta la última gota de (su) sangre".
La rebelión seguía controlando el este del país y otras zonas se sumían en el caos, según informaron residentes y reporteros. En las zonas liberadas del poder de Khadafi, los opositores prometían marchar sobre Trípoli.
El régimen de Khadafi enfrenta un aislamiento creciente. Las críticas vienen tanto de los Estados Unidos y de la UE como de sus vecinos árabes y, en el plano interno, de jerarcas y diplomáticos libios que renunciaron a sus cargos para sumarse a la revolución.
El presidente venezolano, Hugo Chávez, alabó en cambio la "independencia" de Libia y consideró que Khadafi enfrenta una guerra civil. "¡Viva Libia y su independencia! ¡Kadhafi enfrenta una guerra civil!" afirmó Chávez en su cuenta en la red social twitter.
La Casa Blanca estimó que la crisis Libia podría provocar una eventual suspensión del aprovisionamiento de petróleo en el mundo.
La rebelión en Libia está inspirada en los movimientos populares que desde comienzos de este año derrocaron a longevos regímenes autoritarios en Túnez y Egipto y que desde entonces no para de extenderse a todo el mundo árabe. (AFP)