El objetivo de la reforma es extender la cobertura médica a toda la población norteamericana, principalmente garantizando seguros médicos más baratos y haciendo obligatorio su adquisición.
Según cifras del Centro para el Control y Prevención de Enfermedades, más de 11 millones de personas accedieron a un seguro médico gracias a la nueva ley, aunque todavía hay otros 37 millones que no tienen ningún tipo de cobertura.
En su discurso de hoy, Obama agregó a los que adquirieron seguros médicos en el último período, que terminó en febrero pasado, y adelantó que ya son 16 millones los que están cubiertos y tienen garantizadas cuestiones básicas, como las vacunas.
Además, el mandatario destacó que la ley no fue un "destructor de empleos" ni provocó un "desastre fiscal" como pronosticaba la oposición republicana, que ahora busca utilizar sus mayorías en las dos cámaras del Congreso para derogar la reforma.
La reivindicación de Obama de lo que es considerado su mayor logro de gobierno se enmarca no sólo en el quinto aniversario de la promulgación de la reforma, sino también en el clima de incertidumbre creado por una decisión clave que debe tomar en los próximos meses la Corte Suprema nacional.
El máximo tribunal del país respaldó la constitucionalidad de la reforma en 2012, pero en noviembre pasado anunció que aceptaba un nuevo recurso en contra la ley.
La demanda, en contra de los subsidios federales aprobados en 34 estados para que las personas de bajos medianos recursos puedan contratar un seguro médico, podría ser dirimida por la Corte Suprema en junio próximo.
Según los medios locales, los jueces de la Corte están muy divididos.
La decisión del tribunal, además, se enmarca en un año pre electoral, en el que los candidatos y posibles presidenciables republicanos hicieron de la destrucción de la reforma de Salud de Obama una cruzada política.
Fuente: Télam