"Era muy importante venir a este lugar donde comenzó el Islam y buscar el asesoramiento de Su Majestad y abordar con él muchos de los asuntos a los que nos enfrentamos en Medio Oriente", dijo Obama tras una reunión privada con el monarca saudita, informó la cadena de noticias estadounidense CNN.
El rey Abdullah recibió a Obama en el aeropuerto internacional de Riad, tras un vuelo nocturno desde Washington del presidente norteamericano. Ambos líderes se saludaron y conversaron animadamente, antes de iniciar una reunión privada que duró aproximadamente una hora.
"Tengo confianza en que, colaborando, Estados Unidos y Arabia Saudita pueden lograr progresos en toda una serie de asuntos e intereses mutuos", afirmó Obama tras el encuentro, celebrado en el palacio real.
Pese al esfuerzo del mandatario estadounidense de transmitir un mensaje conciliador, la visita estuvo signada por un mensaje grabado de Ben Laden, difundido por la cadena de noticias qatarí Al Jazeera, en la que fustigó la política de Obama para el mundo islámico.
"Obama y su administración han plantado las semillas para la revancha contra Estados Unidos", asegura el líder integrista, tras afirmar que el nuevo inquilino de la Casa Blanca mantiene "la misma política contra los musulmanes" que llevó a cabo George W. Bush, anterior presidente norteamericano.
Por su parte, el rey Abdallah bin Abdullaziz destacó los lazos "históricos y estratégicos" existentes entre Estados Unidos y Arabia Saudita, que se remontan al mandato de Franklin Roosevelt y al rey Abdullaziz durante los años treinta, recordó.
El soberano elogió al presidente estadounidense, al que calificó como "un hombre distinguido que merece estar en esta posición".
Tras su reunión bilateral, los dos jefes de Estado tienen previsto compartir una cena. Obama, que llegó hoy a Riad, partirá mañana a primera hora hacia El Cairo, donde tiene previsto reunirse con el presidente egipcio, Hosni Mubarak, y pronunciar un discurso en una importante universidad islámica.
La visita a Riad tiene gran importancia debido a la influencia de la corona saudita sobre el mundo árabe y su posición con respecto a las crisis en otros países islámicos como Irak y Afganistán, donde las tropas estadounidenses enfrentan una dura resistencia por parte de grupos radicales.
Muchos en la región fustigan a Estados Unidos por las guerras en Irak y Afganistán, la prisión de Guantánamo y el casi incondicional apoyo de Washington, pero también esperan que el hijo de un musulmán keniano que vivió en Indonesia, el país islámico más poblado, fije un nuevo rumbo en política exterior.
Obama dijo ayer a la radio pública estadounidense que buscará dejar atrás los "malentendidos" que sembraron discordia entre Estados Unidos y los países musulmanes en los últimos años.
La Casa Blanca anticipó no obstante que Obama no anunciará ninguna nueva política en su discurso del jueves en la Universidad de El Cairo, que llega precedido por otra importante alocución en el Parlamento de Turquía y una visita a Irak en abril pasado y un mensaje de amistad hacia Irán en el Año Nuevo persa, en marzo.
Sin embargo, uno de los puntos de mayor importancia de la gira será el discurso que Obama tiene previsto dar mañana en la Universidad de El Cairo, patrocinado por la tradicional casa de altos estudios islámica de Al Azhar, entre otras.
Diplomáticos estadounidenses destacaron el apoyo de Al Azhar en la organización de la charla, debido a que ese centro de estudios es una de las principales referencias históricas del pensamiento musulmán y mentor de destacadas figuras de la literatura y la política sunnita. (Télam).