Ese fondo está a su vez dentro del presupuesto de contingencias en el extranjero, para el que la Casa Blanca pide al Congreso un total de 65.800 millones de dólares, especialmente para el mantenimiento de las tropas en Afganistán y otras misiones en Medio Oriente y norte de África.
La Casa Blanca solicitó 1.500 millones de dólares para la estabilización de los vecinos de Siria, debido a que la violenta guerra -que ya cuasó decenas de miles de muertos y unos seis millones de desplazados-, amenaza con extenderse a Irak y ahondar la crisis de refugiados sirios en Turquía, Líbano y Jordania.
La mayor parte del dinero, 1.000 millones, irá destinado a programas del Departamento de Defensa y de Estado para consolidar las fronteras regionales con Siria y rebajar la presión que supone el influjo de los refugiados, dijo la Casa Blanca en un comunicado citado por la agencia de noticias EFE.
Otros 500 millones estarán destinados a "entrenar y equipar a elementos identificados de la oposición armada siria para ayudar a defender al pueblo sirio, estabilizar áreas bajo en control de la oposición" y consolidar posiciones que frenen a grupos extremistas como el Estado Islámico de Irak y el Levante (EIIL).
El EIIL, un grupo islamista sunnita que es de los más activos de la oposición armada siria y que es considerado "terrorista" por Estados Unidos, controla actualmente una provincia del norte de Siria y varias ciudades del norte y el oeste del vecino Irak.
"Estos fondos que requerimos apoyan los esfuerzos a favor de la oposición moderada siria, tanto armada como civil, y permitirán al Departamento de Defensa incrementar su apoyo", explicó la Casa Blanca en su comunicado.
El texto precisó que el presupuesto para contingencias en el extranjero incluye otros 500 millones de dólares para "respuesta a crisis", como operaciones antiterroristas de emergencia, como pone de relevancia la actual inestabilidad en Irak, donde se desplazó a fuerzas especiales.
Obama también solicitó al Congreso, que puede enmendar esta partida presupuestaria, 1.000 millones de dólares para mejorar el despliegue de la OTAN en Europa Oriental, unos movimientos motivados por la crisis en Ucrania, que según Estados Unidos es instigada por Rusia.
Esos fondos irán destinados a "aumentar la presencia militar en Europa, especialmente central y oriental", incrementar los ejercicios militares con aliados, mejorar infraestructuras, despliegues de material militar y mejora de alianzas.
Otros 278 millones de dólares se utilizarán para misiones de mantenimiento de la paz, con la intención de asegurar fondos para los despliegues de Cascos Azules en la República Centroafricana.
Fuente: Télam
