"Esta va a ser una tormenta grande y muy poderosa", dijo hoy el presidente en declaraciones en la Casa Blanca, donde regresó de urgencia desde este estado y desde donde pidió además que se cumplan las órdenes de evacuaciones y advirtió que habrá caída de árboles, "mucha agua", y problemas con el suministro eléctrico y el transporte.
Obama fue el primero en cambiar su agenda, suspendiendo un acto previsto para hoy en esta ciudad y otro mañana en Wisconsin para regresar a Washington y supervisar la emergencia. Romney siguió su ejemplo rápidamente cancelando todas sus apariciones y las de su compañero de fórmula de hoy y mañana.
"Sandy es otro huracán devastador y un montón de personas van a enfrentar momentos realmente duros como resultado de su furia", dijo Romney en un acto en Ohio, antes de viajar para otra aparición en Iowa tras la cual suspenderá su campaña hasta el miércoles.
Pese a un día radiante sin una nube en el abovedado azul del cielo aquí en Orlando, el presidente decidió suspender su acto matinal en esta ciudad del no por casualidad apodado "Estado del Sol", consciente de la necesidad de mostrar autoridad y dominio de la situación en medio de una dura pelea por su reelección.
Tras cancelar también ayer un acto en Virginia, Obama se reunió anoche con funcionarios del organismo de emergencia federal antes de volar para Florida, pero la tempestad que azota la Costa Este se volvió prioritaria y anoche mismo ordenó el estado de emergencia en varios estados desde su hotel aquí en Orlando.
Horas después, a la madrugada de hoy, la Casa Blanca resolvió la suspensión de las actividades de campaña.
"Debido al deterioro de las condiciones meteorológicas en el área de Washington, el presidente no asistirá hoy a un acto de campaña organizado en Orlando", dijo el secretario de prensa de la Casa Blanca, Jay Carney, en un comunicado reflejado por todos los medios locales.
Una hora más tarde de la emisión del comunicado, Obama abordó su limusina negra y su caravana se dirigió a toda velocidad hacia el aeropuerto. El mandatario fue visto subir velozmente las escalinatas del Air Force One, que en dos horas llegó a la base aérea de Andrews, a las afueras Washington.
La campaña de Obama había adelantado ayer dos horas el acto en Orlando junto al ex presidente Bill Clinton, pero finalmente se aconsejó al mandatario no asistir debido a que su avión presidencial habría regresado a Washington demasiado tarde.
De todos modos, Clinton no suspendió sus planes e hizo delirar a casi 8.000 asistentes al acto en la University of Central Florida, cerca de Orlando, donde pidió el voto para Obama y elogió sus planes en educación, economía y salud y acusó a Romney de no afrontar ninguno de los retos del siglo XXI.
"Toda persona que llegue a oír mi voz debería votar por Barack Obama para presidente de Estados Unidos", señaló Clinton.
La abrupta cancelación de la participación de Obama en el acto en Orlando fue una desilusión para muchos en esta ciudad, además de una pérdida de tiempo para el presidente.
Obama hizo anoche una aparición imprevista en un comité de su campaña en esta ciudad, donde adelantó a sus seguidores que la tormenta le impedirá desplegar toda la actividad proselitista que tenía pensado desplegar.
Angie Curran, una taxista de Orlando, se lamentó de que Obama no haya podido encabezar el acto en Florida, uno de los estados que definirá las elecciones, pero afirmó que era lo correcto en estas circunstancias.
"No hubiese podido ir de todas formas. Pero es una pena", señaló a Télam, luego de afirmar que "por supuesto" votará por Obama.
"Soy negra, ¿a quién voy a votar, a Romney? Es más, si no estuviera Obama no votaría por nadie", agregó.
Fuente: Télam
