Los dirigentes de Gran Bretaña, España, Italia, Portugal, Hungría, Dinamarca, Polonia y la República Checa estimaron en una declaración pública común que la credibilidad de las Naciones Unidas está en juego.
En cambio, el Papa Juan Pablo II analiza la posibilidad de enviar un representante a Bagdad para frenar los planes estadounidenses de atacar Irak.
"En los próximos días podría intentarse algo concreto, como el envío de un representante de Juan Pablo II a Irak", país al que Estados Unidos acusa de tener armas de destrucción masiva, dijo en el Vaticano monseñor Jean Louis Tauran, informó la agencia italiana ANSA. (Télam-SNI)