En el momento del terremoto, Della Rosa se encontraba por razones laborales en la ciudad de Kobe, a 1.000 kilómetros de su esposa, Alejandra Sato, y de sus hijos Angelina, de 9 años, y Valentino, de 6.
El hombre había relatado por la mañana del viernes a los canales de noticias C5N y TN : "Mi esposa me mandó un mensaje de texto y me dijo: ‘Hay un terremoto tremendo, se cae todo. Te amo’.
El hombre dialogó con la prensa local mientras regresaba por vía terrestre al norte del país para buscar a su familia. "Por razones laborales estaba viviendo desde hace una semana en Kobe. Me llamó el gerente general de mi trabajo y me dijo que vuelva porque había habido un terremoto muy grande", reveló.
La zona donde reside la familia Della Rosa está ubicada entre montañas, donde en los últimos días había caído una fuerte nevada, a 18 kilómetros de la ciudad de Sendai, una de las más afectadas por el terremoto. "Esto parece una guerra, es algo ilógico. He visto puentes derribados, incendios, autos volcados. Es una cosa ilógica, es un campo de batalla y el enemigo es la naturaleza", afirmó.
El hombre dijo que "Japón es un país preparadísimo para esto" pero que "lamentablemente" le tocó sufrir el hecho "lejos" de su familia. "Espero llegar cuanto antes, aunque ahora el problema será conseguir combustible, que en el norte ya empieza a escasear", expresó.
Sin embargo, la suerte estuvo de su lado y el padre de familia pudo abrazar a sus hijos, en especial a Angelina quien cumplía años.
Fuente: minutouno.com.ar