"Si no hemos logrado aún un acuerdo de paz se debe única y exclusivamente a la debilidad, cobardía e indiferencia" de los negociadores palestinos, dijo Olmert en la última reunión semanal con su Gabinete de ministros.
En sus palabras, el premier repasó los momentos más relevantes de su gestión, particularmente el conflicto en Líbano de 2006, la reciente ofensiva en Gaza y, sobre todo, el proceso de paz con los palestinos, según informó la agencia de noticias Europa Press.
"Mi Gobierno llegó mucho más lejos en las conversaciones de paz que cualquier otro gobierno anterior", añadió y destacó los "dos esfuerzos militares bien conocidos" como los momentos más importantes de su mandato: la ofensiva contra las milicias de Hezbollah en Líbano durante el verano de 2006 y la reciente operación Plomo Fundido en la Franja de Gaza.
Según Olmert, el "evento del norte (en alusión a la guerra con Hezbollah) consiguió un éxito sin precedentes a la hora de llevar la tranquilidad a esa región de Israel".
Sobre la operación en Gaza, que dejó 1500 palestinos muertos y cerca de 5 mil heridos, el premier dijo que "realizamos un esfuerzo importante que todavía no ha terminado.
Quedan por cumplir algunos de los objetivos que nos hemos impuesto, pero hemos conseguido concienciar al mundo del poder de las Fuerzas de Defensa de Israel, y su capacidad de disuasión".
Además, Olmert, explicó que convocará a una sesión especial de gobierno, donde se evaluará la situación sobre el intercambio de prisionero con el movimiento islamista Hamas para lograr la liberación del soldado israelí Gilad Shalit.
"Luego tomaremos la decisión necesaria", dijo el primer ministro en funciones, quien explicó que decidió "hacer un esfuerzo mayor para lograr acuerdos que permitan la liberación Shalit", el soldado israelí capturado por combatientes palestinos en junio de 2006, subrayó Olmert.
Olmert subrayó que tiene esperanzas de que tarde o temprano se conseguirá un acuerdo de paz a costa "de dramáticas concesiones" del Gobierno israelí, aunque este eventual acuerdo -dijo- no se conseguirá con los actuales dirigentes palestinos moderados, encabezados por el presidente de la Autoridad Palestina, Mahmud Abbas.
En tanto, continúan las negociaciones del derechista partido Likud, encabezado por Benjamín Netanyahu, quien renovó el ofrecimiento al aún oficialista Kadima -de Olmert- para formar una coalición de gobierno en Israel.
Se espera que el corrimiento hacia la derecha en Israel, expresado en las últimas elecciones, donde el conservador Netanyahu obtuvo 27 de los 120 escaños del Knesset o parlamento en las elecciones anticipadas del 10 de febrero- podría entorpecer aún más al camino hacia la paz en la región.(Telam)