Kerry declaró durante una entrevista en medio de su primera visita oficial a Pakistán que en Egipto "el Ejército no tomó el control, a nuestro juicio, para gobernar el país. Hay un gobierno civil", informó la agencia EFE.
Si Washington hubiera calificado de "golpe de estado" a la actuación militar egipcia, ese país hubiera tenido que cortar la frondosa ayuda militar que brinda a El Cairo, que suplantó a la que antes enviaba la fenecida URSS y ronda hoy los 1.300 millones de dólares.
En cuanto al anuncio de ayer de que el gobierno iba a evacuar los campamentos de los seguidores de Mursi, éstos aseguraron que piensan resistir. En las plazas el ambiente estaba tranquilo aunque aumentaron los controles y registros para ingresar, consignó la agencia de noticias EFE.
El vocero ministerial, Hani Abdelatif, expresó que garantizarán "la salida segura y la protección completa de cada persona que responda a este llamamiento" a abandonar los acampes que mantienen en las plazas de Al Nahda y de Rabaa al Adaweya, en El Cairo, desde el golpe del 3 de julio.
Entretanto, tres grupos de militantes egipcios basados en redes sociales (dos que rechazan la medida de despejar las plazas y uno que la apoya) coincidieron en solicitar que se garantizara que los acampes y manifestaciones que cunden por El Cairo y el país entero se realicen en forma pacífica.
El movimiento Tamarrud lanzó una iniciativa con la consigna "Plazas sin armas" para que los partidarios de Mohamed Mursi que están manifestándose en las plazas cairotas de Al Nahda y de Rabaa al Adaweya lo hagan desarmados, y solicitó hoy apoyo a la Liga Árabe para ese pedido, según la agencia oficial MENA.
El Movimiento Juvenil 6 de abril y el partido Egipto Fuerte, en cambio, rechazaron la decisión de desbandar los acampes de Rabaa y Al Nahda, pero concordaron con Tamarrud en la necesidad de que las manifestaciones fueran sin armas, y extendieron el pedido a quienes, en la plaza Tahrir, dan su apoyo al gobierno, informó el diario Al Masry al Youm .
Por otra parte, el ministro de Solidaridad Social, Ahmed Al Borai, admitió que se estaba analizando en su cartera la posibilidad de ilegalizar la Hermandad Musulmana, aunque desmintió que la decisión fuera inminente como se había rumoreado, difundió el diario egipcio Egypt Daily News.
Al Borai estaba esperando un informe de la fiscalía pública sobre su eventual responsabilidad en hechos de violencia frente a su sede central, en los cuales murieron ocho personas y hubo 91 heridos. En el edificio había gran cantidad de armas y municiones.
La agitada situación política egipcia parece un récord histórico mundial. Según cómputos de la consultora cairota International Development Center citados por todos los medios, solo en julio se produjeron en ese país 1432 movilizaciones, con un millón de manifestantes en favor de Mursi y 30 millones en su contra.
Fuente: Télam