En una entrevista con radio Cooperativa, Insulza precisó que la decisión del presidente Manuel Zelaya de regresar a su país es de carácter personal, por lo que la OEA no se involucrará en ella.
"Ahora, creo que sí existe un clima de mucha tensión y de violencia, y por cierto que él tendrá que evaluar bien la situación que se produce (con su regreso)", advirtió Insulza durante sus declaraciones, reproducidas por ANSA.
El diplomático enfatizó que lo de Honduras fue un "golpe de Estado" aunque subrayó que el caso no es comparable con otros regímenes de facto como el de Augusto Pinochet en Chile.
Asimismo, aseguró que realizó todas las gestiones posibles para dar solución a la interrupción del orden democrático en ese país y subrayó que en su plan de acción jamás estuvo la posibilidad de entrevistarse con el actual gobernante de facto, Micheletti.
"No tengo ninguna posibilidad de hacerlo porque la Asamblea (de la OEA) desconoció a ese gobierno y por lo tanto, haberme entrevistado yo con él habría significado entregar algún gesto de legitimación que no era propio hacerlo en este momento", sostuvo.
Insulza añadió que en la administración de Micheletti "hay una actitud sumamente rígida y yo pienso que eso va a dar lugar a la aplicación del artículo 21 de la carta democrática", que apunta a la suspensión del país como miembro asociado, y que conlleva sanciones políticas y económicas.