Al hablar ante cancilleres del continente en la 44ta. Asamblea General de la OEA, el diplomático ecuatoriano subrayó que la realidad cambió, y los organismos deben también adaptarse", aunque pidió no apartarse de la Declaración de los DDHH de 1948, porque son esos principios los que deben reivindicarse".
En línea con lo que el Ejecutivo de Rafael Correa viene pregonando hace años, Patiño reclamó "un espacio integral de derechos humanos al que puedan recurrir individuos y organizaciones frente a abusos de los Estados, pero también de los abusos de poderes mediáticos y las empresas transnacionales".
Sobre la Relatoría de Libertad de Expresión, se pronunció por un cuerpo que "responda al bienestar de las mayorías y no de elites que financian su funcionamiento".
Patiño reconoció que el proceso abierto para discutir al sistema interamericano de DDHH "pasó por varias fases pero no resolvió las falencias" y reivindicó la decisión de los países de la Unasur de apuntar, no a excluir a nadie, sino a buscar alternativas para los que sí asumimos el Pacto de San José de Costa Rica".
El canciller consideró que ese camino era lógico "después de décadas de llamados inútiles" a que se sumen los países que no adhirieron a la Declaración, como Estados Unidos. "Es evidente que se necesita explorar nuevas vías", amplió.
Advirtió además que mientras "existan asimetrías con el financiamiento y asimetrías de recursos, se corre el riesgo de que el pacto quede convertido en palanca de presión política", y volvió sobre la idea de que "las tareas no concluyeron porque si antes se multiplicaban las denuncias, hoy debe privilegiarse la promoción de los derechos humanos".
Las palabras de Patiño vienen a sumarse una polémica que se profundizó ayer, cuando la delegación de Ecuador presentó un proyecto de resolución para que la sede de la Comisión Interamericana de DDHH (CIDH) salga de Washington y vaya a un país firmante del Pacto de San José, y se modifique el sistema de financiamiento.
Anoche, en el acto de apertura de la Asamblea, Insulza pidió que se evite "un debate que puede debilitar al organismo", y lamentó que el proceso de fortalecimiento "derivó en direcciones diferentes".
Fuente: Télam