"Quiero convocarles para que con su capacidad, con su compromiso con su Estado, con su comunidad, con sus propias familias, hagamos realmente un esfuerzo colectivo para que vayamos hacia adelante y podamos realmente superar este momento de dolor", apuntó Peña Nieto.
La actividad económica y turística de Guerrero registra una desaceleración como consecuencia de la desaparición de los estudiantes de una escuela rural para maestros de Ayotzinapa, que generó numerosas protestas.
Las manifestaciones y bloqueos de sedes oficiales, negocios y rutas han generado cierre de comercios, pérdida de empleos y la caída en un 60 % del turismo en el puerto de Acapulco, principal motor económico de Guerrero.
"Esto obliga que el Gobierno de la República venga aquí, dé la cara a los guerrerenses, como lo ha venido haciendo con toda la nación, y emprendamos acciones para reactivar la economía de estos destinos turísticos de Guerrero", dijo Peña Nieto en un acto público en Acapulco.
En el evento, en el que estuvo acompañado por varios de sus ministros, Peña Nieto expresó a los ciudadanos de Guerrero, uno de los más pobres del país, su "permanente e invariable solidaridad ante los lamentables hechos de Iguala, producto de la infiltración del crimen organizado".
En ese municipio guerrerense, la noche del 26 de septiembre un grupo de policías locales atacó a tiros a decenas de estudiantes por órdenes del entonces alcalde, José Luis Abarca, involucrado al parecer con el grupo criminal Guerreros Unidos.
Seis personas murieron, incluidos tres alumnos de Ayotzinapa, 25 resultaron heridas y 43 estudiantes fueron detenidos y entregados a Guerreros Unidos, según el testimonio de tres de los casi 80 detenidos por el caso.
Familiares de los desaparecidos no aceptan esta versión, que también indica que los cuerpos fueron quemados y están a la espera de los resultados de pruebas genéticas que realiza un laboratorio de Austria a restos óseos hallados en un basurero del municipio de Cocula, vecino a Iguala, donde los criminales dijeron que incineraron los cuerpos.
Mientras Peña Nieto visitaba Acapulco, varios familiares estaban reunidos en Ciudad de México con el fiscal general, Jesús Murillo, y el secretario de Gobernación (Interior), Miguel Ángel Osorio, para conocer los avances de la investigación que realizan en torno a la desaparición.
En Acapulco, el presidente volvió a reconocer que lo sucedido en Iguala es un "hecho lamentable, que ha causado indignación y gran consternación", y ha llevado a las autoridades a hacer "una revisión en introspectiva" de por qué ocurrió la tragedia.
"Son hechos que lastiman a la sociedad, a los padres de familia que no encuentran a sus hijos", pero también al conjunto de ciudadanos "que quiere vivir en orden", manifestó.
El gobernante anunció varios incentivos para reactivar el turismo en Guerrero, que incluyen un operativo especial de seguridad para garantizar la libre circulación de los turistas, así como una reducción temporal de un 50 % de la tarifa actual del peaje en la Autopista del Sol, que conecta el puerto con la capital.
El plan de reactivación del turismo también incluye beneficios fiscales para contribuyentes de Acapulco, Chilpancingo, Iguala, Taxco y Zihuatanejo, un fondo especial de apoyo a pequeñas empresas en riesgo de quiebre o de cierre y un programa de empleo temporal que beneficiará a 130.000 familias.
Previamente, el presidente se refirió al caso de los estudiantes en un discurso improvisado durante la inauguración de un puente en Coyuca de Benítez, también en Guerrero, citó la agencia DPA.
Este hecho "marca la historia de Guerrero" y "ha dado pauta a que hagamos una revisión a fondo de la condición de nuestras instituciones", resaltó Peña Nieto en su primera visita a Guerrero desde la desaparición de los estudiantes.
Fuente: Télam