Durante una conversación telefónica, los tres líderes expresaron la esperanza de que "las cuestiones de un urgente alto el fuego y la retirada de armamento pesado ocupen un lugar prioritario en la agenda" de la reunión de hoy, según Moscú.
En esas consultas participan el antiguo presidente ucraniano Leonid Kuchma, representante del Ejecutivo de Kiev; el embajador ruso en Ucrania, Mijail Zurabov; la enviada especial de la OSCE, Heidi Tagliavini, y los negociadores separatistas prorrusos Denis Pushilin y Vladislav Deinego.
Los rebeldes informaron de que otros trece civiles, la mayoría en las ciudades de Donetsk y Yasinovítaya, han muerto en las últimas 24 horas
Kuchma dijo que las consultas "fracasaron debido a la ausencia de los firmantes de los documentos de Minsk, Alexándr Zajárchenko e Ígor Plotnitski, así como por declaraciones en forma de ultimátum de sus representantes".
Segùn el ex presidente ucraniano, los negociadores rebeldes Denis Pushilin y Vladislav Deinego se negaron a discutir el plan de medidas para el cese el fuego inmediato y la retirada de armamento pesado porque no estaban presentes las autoridades máximas de sus respectivas Repúblicas Populares.
Pero desde Lugansk y Donetsk acusaron a Kuchma de haber sido el primero en frustrar el proceso negociador por su negativa a presentarse ayer a las conversaciones.
"Si Kuchma quiere acusarme a mí y a Zajarchenko, que se acuerde primero de que fue él quien estuvo ausente ayer y de que para que pueda participar en las negociaciones debe haber confirmación oficial de sus facultades", dijo Plotnitski citado por la agencia EFE.
Anteriormente, los negociadores separatistas dejaron claro que esperan "un documento oficial" que demuestre que el antiguo presidente ucraniano ha sido nombrado representante oficial de Kiev para estas negociaciones, que cuentan con la participación de Rusia y la OSCE.
Mientras, Kuchma condicionó de nuevo la participación de Kiev en las conversaciones de paz a la disposición de los separatistas a enviar a los anteriores firmantes del memorando de Minsk, los propios líderes de las autoproclamadas repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
Estos últimos, a su vez, se negaron aduciendo que no tomarán parte en las negociaciones de Minsk hasta que Kiev declare el alto el fuego en la línea de separación entre los insurgentes y las tropas gubernamentales en el este ucraniano.
MIentras tanto avanza la pinza tendida por los rebeldes, que se niegan a aceptar al gobierno de Kiev posterior al derrocamiento de Víctor Yanúkovich en una situación dramática donde hicieron su aparición bandas de neonazis en la plaza Maidán de la capital ucraniana, en torno a Debaltsevo.
En las últimas 24 horas, los enfrentamientos causaron allí doce muertos en la población civil y el ministro ucraniano de Defensa, Stepan Poltorak, reconoció que los rebeldes estaban en control parcial de la localidad. Zajarchenko había anunciado previamente que el punto estaba rodeado por completo.
La caída de Debaltsevo, importante nudo ferroviario, en manos de las milicias les permitiría unir fuerzas y formar una línea de frente continua, con lo que de hecho conseguirían retrotraer la situación a la de mediados del año pasado, cuando comenzaba el conflicto en el este de Ucrania.
Mientras tanto, los rebeldes informaron de que otros trece civiles, la mayoría en las ciudades de Donetsk y Yasinovítaya, han muerto en las últimas 24 horas.
Las autoridades en Kíev ya habían informado que 15 efectivos de sus Fuerzas Armadas murieron y otros 30 resultaron heridos en las últimas 24 horas en combates con los insurgentes.
La Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) lamentó hoy las muertes de civiles ocurridas en las últimas 24 horas en el este de Ucrania e instó a las partes involucradas, reunidas en Minsk, a implementar un alto el fuego inmediato.
En un comunicado publicado hoy, el presidente de la OSCE y ministro serbio de relaciones exteriores, Ivica Dacic, llamó a "un inmediato cese de las hostilidades" e instó a "la plena aplicación del Protocolo de Minsk del 5 de septiembre de 2014 y del Memorándum del 19 de septiembre de 2014".
"El actual conflicto no puede solucionarse con la violencia, sino sólo mediante el diálogo que debe reanudarse cuanto antes y poner fin a los sufrimientos de los civiles", indicó Dacic.
Asimismo, expresó sus profundas condolencias a las familias de quienes perdieron la vida y fueron heridos en los cruentos combates entre las milicias pro rusas y el Ejército de Kiev.
Desde su estallido, en abril del año pasado, el conflicto armado en el este ucraniano se ha cobrado más de 5.000 muertos y ha provocado el éxodo de cientos de miles de personas.
Fuente: Télam
