La Asociación Americana de la Familia (AAF) elevó un pedido a las autoridades de Mundo Marino de Orlando para que fuera lapidada la orca, según informó el sitio británico Daily Mail. Además, la organización reclamó que el jefe de los entrenadores corriera el mismo destino.
Según miembros de la AAF, el animal debería ser "castigado" siguiendo "el consejo de la tradición judeocristiana" por atacar a su entrenadora, Dawn Brancheau, de 40 años, a quien tomó del pelo y ahogó en el fondo de su estanque.
Como la orca, llamada Tillikum, lleva más de 20 años de vida en cautiverio, las autoridades del Mundo Marino no contemplaron siquiera la idea de devolverla al mar porque "sería lo mismo que una sentencia de muerte", señaló Chuck Tompikins, el curador del parque acuático.
"Si se siguiera el consejo de la tradición judeocristiana, Tillikum hubiera sido matada en 1991 y no hubiera tenido la oportunidad de cobrar otras dos vidas humanas", señalaron los miembros de la organización, haciendo referencia al primer ataque en el que la orca mató a un entrenador, cuando vivía en otro parque temático.
Otras sugerencias que llegaron al Mundo Marino a partir de la muerte de Brancheau fueron aplicar la eutanasia al animal, o devolverlo a su hábitat natural, pero por ahora la única medida adoptada por las autoridades del Mundo Marino fue que ningún entrenador se metiera a los estanques de ninguna de las ocho orcas que viven ahí.
"Las escrituras advierten que si un animal mató por segunda vez es porque no lo mataron cuando cobró su primera víctima humana", sostuvieron los miembros de la AAF. "El código civil de Israel dice que si un animal mata a un hombre o a una mujer, debe ser lapidado y su carne no debe ser comida", insistieron.
Fuente: Minutouno.com