"Por eso, creo debería debatirse la despenalización de cannabis", agregó sin medias tintas.
Luego de sus declaraciones, que generaron airadas reacciones dentro del gobierno y la oposición, esta mañana Peillon emitió un comunicado buscando dejar en claro que sus palabras fueron una "iniciativa personal" y que su opinión "no cambia su solidaridad total y entera con el gobierno".
No obstante, la polémica no para de crecer sobre un tema que el presidente Francois Hollande ya aclaró en junio pasado: su gobierno no sentará las bases para una despenalización del cannabis.
En tanto, desde la oposición conservadora las críticas no se hicieron esperar y aprovecharon para denunciar una "cacofonía" dentro del partido gobernante.
"Le pido al presidente Francois Hollande que intervenga y decida sobre este tema antes del final del día. Esto no puede quedar en este estado. No es posible que nuestro ministro de Educación diga estas barbaridades", disparó Jean-Francois Copé, líder de la Unión por una Mayoría Popular (UMP), el partido del ex presidente Nicolas Sarkozy.
Y prosiguió con tono de advertencia: "En caso contrario, lanzaré una convocatoria a todos los padres cuyos hijos fueron victimas de la droga".
El ex premier de la UMP Francois Fillon, por su parte, consideró "irresponsables y peligrosos" los dichos de Peillon y denunció la "cacofonía del gobierno sobre un tema donde los padres de los alumnos esperan respuestas serias".
Mientras que desde la alianza ecologista compuesta por Los Verdes y Europa Ecológica (EELV), la ministra de Vivienda, Cécile Duflot, se mostró a favor de una despenalización y el diputado Denis Baupin celebró "el coraje de Peillon de lanzar un debate necesario".
Asimismo, el ex ministro socialista del Interior Daniel Vaillant insistió en la "necesidad" de que el gobierno reglamente "al menos" el acceso al cannabis "para quienes lo necesitan de manera terapéutica".
Fuente: Télam
