La situación en Ucrania "es resultado de los intentos de Estados Unidos y sus aliados occidentales, que se creen 'vencedores' de la Guerra Fría, de imponer por doquier su voluntad", aseguró Putin en una entrevista que publica el matutino cairota el mismo día en que el líder ruso comienza una visita oficial a Egipto.
"En reiteradas ocasiones advertimos a Estados Unidos y a sus socios occidentales de las nefastas consecuencias que tendría la intromisión en los asuntos internos de Ucrania", subrayó el jefe del Kremlin, y reproducido por las agencias de noticias EFE y Sputnik News.
El miércoles venidero, en Minsk, se concretará la Cumbre de la que participarán Rusia, Alemania, Francia y Ucrania, y a la que se acoplarán los rebeldes de Donetsk y Lugansk y representantes de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE).
Otro jugador destacado en este tablero es Alemania, cuyo canciller, Frank Walter Steinmeier, al recoger el guante arrojado por Putin, aunque sin nombrarlo explícitamente, apuntó que todos los esfuerzos de Berlín están dirigidos a lograr en Minsk una solución política "duradera" al conflicto, aunque reconoció que no sabe si será posible un acuerdo con Moscú.
"Trabajamos primero para que se celebre la cumbre y para que haya allí un acuerdo", manifestó Steinmeier en declaraciones a la cadena rusa N-tv.
En opinión de Steinmeier, "a pesar de todas las decepciones, no hay ningún motivo para abandonar y dejar pasar esta oportunidad".
En otro tramo de sus declaraciones al diario oficioso cairota, Putin insistió en que la condición "fundamental" para estabilizar la situación en el este de Ucrania es el cese inmediato de las hostilidades.
La estrategia para estabilizar la situación en el este de Ucrania, según el mandatario ruso, es "cesar con carácter inmediato el fuego y la llamada operación antiterrorista que, en el fondo, es punitiva".
Insistió además Putin en que el Gobierno de Kiev "escuche a su propio pueblo (...) y logre acuerdo con todas las fuerzas políticas y regiones" de Ucrania.
"Nadie puede ganar si continúa el conflicto; encontrar el camino para solucionar la crisis también es en interés de Rusia", añadió en referencia al impacto de las sanciones en la economía y la política rusa.
A su vez, el portavoz del Ministerio de Exteriores alemán, Martin Schäfer, al reforzar los argumentos de Berlín dijo en rueda de prensa que "no se trata de fijar nuevos parámetros", al recordar varios ejes de acuerdos previos, como el alto el fuego, el control de la frontera, la fijación de una línea de demarcación o la retirada del armamento pesado de la zona de conflicto.
Al respecto, aseveró que la celebración de la cumbre de Minsk no significa que se vaya a solucionar la crisis de Ucrania, pero acordar un alto el fuego sería "un paso importante para acabar con la espiral de violencia" en el este del país.
A pesar de las diferencias de parecer entre Estados Unidos y Alemania sobre el eventual envío de armas a Kiev, el portavoz subrayó el "elevado nivel de acuerdo" entre ambos países ante la crisis ucraniana.
Paralelamente, los ministros de Relaciones Exteriores de la UE pospusieron hasta el 16 de febrero de 2015 la aplicación de nuevas sanciones a Rusia por la situación en Ucrania, anunció hoy el ministro de relaciones exteriores de Francia, Laurent Fabius.
"Mantenemos el principio de aplicar sanciones en torno a Mariupol, pero su uso dependerá de la situación que impere allí", dijo el funcionario francés, y agregó que "discutiremos el tema el [próximo] lunes, veremos si la cumbre de Minsk tiene algún resultado, y entonces sacaremos nuestras conclusiones".
Tanto Kiev como los independentistas se acusan mutuamente de un bombardeo en esa ciudad, días atrás, donde hubo más de 30 víctimas fatales.
En medio de esta suerte de "lucha de barricadas" diplomática, los rebeldes (que Kiev y Occidente definen como separatistas pro rusos) advirtieron hoy que no darán "ni un paso atrás" en Minsk, a la hora de trazar la línea de separación de las fuerzas en pugna.
De esta manera, intentarían hacer valer su avance estratégico en el terreno militar, habida cuenta la conquista de cientos de kilómetros cuadrados de territorio ucraniano en las últimas semanas.
"Puedo decir una cosa: difícilmente nos moveremos de la línea en la que nos encontramos ahora. Nuestro principio: ni un paso atrás. No cederemos aquello que hemos pagado con nuestra sangre", afirmó Ígor Plotnitski, líder de la república popular de Lugansk.
Quizá como un ejemplo de lo filoso que está el ámbito diplomático respecto a la crisis ucraniana, el Telegraph de Londres difundió ayer una ocurrencia del canciller ruso, Serguéi Lavrov que descolocó al secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry.
En un breve momento de distensión, ayer, durante la cumbre de Munich, Kerry le comentó a Lavrov que había sido abuelo, y el canciller ruso no solo lo felicitó por la feliz noticia sino también por el triunfo de los Patriotas de Boston (Kerry es bostoniano) sobre los Halcones Marinos de Seattle.
"John, siempre nos alegra ver que los patriotas derrotan a los halcones", le espetó, zumbón, el siempre solemne Lavrov.
Fuente: Télam
