Gracias a su coeficiente intelectual de 170 (el de Einstein era de 160) logró aprender cálculo, álgebra, geometría y trigonometría en sólo dos semanas y se interesó mucho por la física. Cuando tenía 8 años el niño dejó la secundaria para comenzar a estudiar astrofísica, carrera que está por terminar y hoy espera para saber si aceptarán su postulación para realizar un doctorado en investigación.
El chico, que no puede dormir porque ve números constantemente y las aprovecha para desacreditar la teoría del Big Bang, fue llevado a una temprana edad por sus padres al Instituto de Estudios Avanzados de Princeton para que lo evaluaran porque no sabían si estaba diciendo cosas sin sentido o si realmente era que se trataba de un genio.
Después de realizar una serie de estudios Scott Tremaine, un reconocido astrofísico canadiense, les aseguró que estaba completamente impresionado por el interés que tenía el niño por la física y que las cosas en las que estaba trabajando actualmente involucraba a varios de los problemas más difíciles que existían de la teoría física y de la astrofísica. "Cualquier persona que los resuelva estará en línea para un Premio Nobel", aseguró Tremaine.
Fuente: minutouno.com.ar