Otro país hasta ahora cercano al régimen, Turquía, decidió reconocer al Consejo Nacional de Transición, el órgano político de los rebeldes, como "representante legítimo del pueblo libio", según anunció el jefe de la diplomacia turca, Ahmet Davutoglu, en visita en Bengasi.
Poco antes Turquía --único país musulmán de la OTAN-- había anunciado que retiraba definitivamente a su embajador en Trípoli, al que había llamado a consultas en marzo pasado.
Todo esto en momentos en que las negociaciones para un posible final tras cinco meses de conflicto parece empantanadas, ya que las partes no parecen dispuestas a ceder.
Ilustrando este bloqueo, los rebeldes rechazaron un plan de paz propuesto por la Unión Africana (UA) porque "no incluye la partida de Gadafi, de sus hijos y de su círculo cercano", explicó el portavoz Abdel Hafiz Ghoga.
Una cumbre de la UA en Guinea Ecuatorial propuso el viernes un plan que preveía apartar a Gadafi de las negociaciones de paz, pero no pedía explícitamente que deje el poder, al tiempo que rechazó aplicar la orden de detención de la Corte Penal Internacional contra el líder libio por crímenes contra la humanidad.
En el plano militar, los rebeldes, que han ganado terreno en el frente oeste, se aprestan a lanzar una ofensiva de envergadura. "En los próximos días habrá cambios en la línea de frente", declaró Ahmed Omar Bani, otro portavoz de los rebeldes. Según él, los insurgentes procuran reconquistar Bir Al Ghanam, un cruce estratégico a unos 50 kilómetros de Trípoli, con el fin de poner la capital libia al alcance de las armas de los rebeldes.
Por su parte, la OTAN siguió bombardeando la zona de Tajura, un suburbio de la capital. Así, el sábado por la noche se oyeron explosiones en esta periferia oriental de la capital libia, indicaron testigos a la AFP.
La OTAN había anunciado el sábado haber intensificado sus bombardeos en el oeste de Libia, destruyendo unos 50 objetivos militares durante una semana. Dichas incursiones aéreas se realizaron en una zona que va de las montañas de Yebel Nefusa, cerca de la frontera con Túnez, hasta Misrata, 200 km al este de Trípoli, había agregado la Alianza Atlántica.
La televisión pública libia también había anunciado que ataques aéreos de los "cruzados" habían destruido el sábado "infraestructuras" y causado "víctimas" en Al Jafra, en el desierto, a 600 km al sur de Trípoli.
En este contexto, el presidente de Sudáfrica, quien participó en la cumbre de la Unión Africana (UA), se entrevistará en Moscú con autoridades rusas.
Al igual que Rusia, Sudáfrica intenta mediar para lograr un cese el fuego entre el régimen de Muamar Gadafi y los rebeldes, pero sus intentos ya han fracasado en una oportunidad a fines de mayo.
A fines de junio, Zuma expresó la "preocupación" del "conjunto de la UA" por los bombardeos continuos en Libia, "pues la finalidad de la resolución 1973 era proteger al pueblo libio y facilitar esfuerzos humanitarios".
El jefe de la diplomacia rusa, Serguei Lavrov, también ha denunciado en distintas oportunidades las diferentes "interpretaciones" sobre la resolución de la ONU que autoriza el recurso a la fuerza para proteger a la población civil.
Fuente: 26noticias.com.ar