Una zona de exclusión de vuelos ordenada por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas y una campaña de bombardeos impulsada por Estados Unidos y sus aliados ayudaron a las fuerzas rebeldes a recuperar el territorio perdido la semana pasada, cuando estuvieron a punto de ser derrotados por las fuerzas rebeldes.
Sin embargo, el bombardeo del martes y la huida indisciplinada de los rebeldes a bordo de sus camionetas demostraron la incapacidad fundamental de los rebeldes a contrarrestar el potente fuego de las armas de las fuerzas de Gadafi sin contar con una amplia ayuda exterior.
Las fuerzas rebeldes habían sitiado al pueblo de Sirte, donde reside el presidente Moamar Gadafi y un enclave gubernamental que resulta estratégicamente crucial para avanzar hacia Trípoli, la capital del país.
Entretanto, líderes occidentales y del mundo Arabe estaban a punto de reunirse el martes en Londres para buscarle una salida al añejo dictador libio.
El secretario general de las Naciones Unidas Ban Ki-moon, la secretaria estadounidense de Estado Hillary Rodham Clinton, elementos de la Liga Arabe, de la Unión Africana así como 40 ministros de Asuntos Exteriores tenían programado reunirse para iniciar las negociaciones que buscarán incrementar la presión sobre Gadafi para que abandone el poder.
El ministro de Relaciones Exteriores de Italia Franco Frattini indicó que varias naciones tiene programado presentar un acuerdo conjunto que propondría una tregua, el exilio de Gadafi y el establecimiento de un marco para las negociaciones en el que participarían los dirigentes tribales de Libia así como personalidades de la oposición donde se discutiría el futuro del país.
Ningún representante de la oposición libia asistirá a la conferencia. Sin embargo, un funcionario allegado a la planificación de las negociaciones indicó que un enviado de la oposición es esperado en Londres para reunirse con diplomáticos británicos durante la conferencia.
El funcionario solicitó permanecer anónimo para informar sobre la reunión con el enviado de la oposición libia debido a que todavía no se lleva a cabo un anuncio formal.
Gracias a los ataques aéreos internacionales que comenzaron el 19 de marzo, los rebeldes libios están en una posición mucho más sólida que hace un mes, al recapturar casi todo el territorio que habían perdido antes a manos de las fuerzas de Gadafi, incluidas dos terminales petroleras cruciales.
Sin embargo, los rebeldes aún están preocupantemente peor armados que las fuerzas de Gadafi y se desconoce cómo podrán apoderarse de Sirte sin un agresivo apoyo aéreo internacional.
Los ataques que lanzaron los insurgentes el lunes fueron repelidos con nutrido fuego de granadas de mortero y cohetes.
Los rebeldes han reconocido que no habrían logrado tomar tanto territorio sin el apoyo de la ofensiva aérea y de los ataques con misiles crucero.
En tanto, la televisión estatal libia informó que nuevos ataques de la OTAN fueron lanzados tras la caída de la noche contra objetivos "militares y civiles" en las poblaciones de Garyan y Mizda, a unos 64 kilómetros (40 millas) y 145 kilómetros (90 millas) respectivamente de Trípoli.
La OTAN reiteró que sus ataques buscan proteger a la población civil y no busca darle cobertura aérea a una ofensiva de la oposición.
Sin embargo, los bombardeos están permitiendo claramente a los rebeldes que buscan derrocar a Gadafi a avanzar hacia las líneas finales de defensa en su marcha hacia la capital del país.
Fuente: 26noticias.com.ar