Stoiber intenta nada menos que romper con la idea de que un político originario de Baviera, considerada la tierra más conservadora, católica, tradicionalista, testaruda y hasta aislacionista del país, jamás podrá llegar a la jefatura del gobierno federal.
Las encuestas preelectorales le daban hasta hace dos semanas amplias posibilidades de llegar a alcanzar su objetivo de desbancar al socialdemócrata Gerhard Schroeder del centro de poder. Pero la cómoda ventaja que mantuvo durante meses se fue esfumando, y ahora los dos candidatos están cabeza a cabeza. (Télam-SNI)