En todas las ciudades y los pueblos en manos de los separatistas, los centros de votación abrieron sin problemas y desde temprano las colas de votantes fueron inmensas
En todas las ciudades y los pueblos en manos de los separatistas, los centros de votación abrieron hoy a la mañana sin problemas y desde temprano las colas de votantes fueron inmensas, según relató la agencia de noticias EFE.
"Para las 15.00 hora local (9 de la mañana hora argentina) había acudido a las urnas un total de 527.642 electores", declaró el jefe de la Comisión de la República Popular de Donetsk, Roman Liaguin, citado por la agencia de noticias rusa Interfax.
Según un boca de urna, difundido por las autoridades separatistas ni bien terminó la votación, el actual primer ministro del gobierno rebelde de Donetsk, Alexander Zakharchenko, se impusó con más del 80% de los votos, mientras que su partido obtuvo la mayoría del futuro Parlamento, con más del 65%, según informó la agencia de noticias rusa Ria Novosti.
En esa provincia se abrieron unos 350 centros de votación para un padrón de 1,4 millón de electores, elaborado por los propios separatistas ya que no tienen acceso a la base de datos previa del gobierno regional que expulsaron en abril pasado.
En la vecina república separatista de Lugansk los boca de urnas tardaron más porque las autoridades rebeldes decidieron extender la votación hasta bien entrada la noche.
Al cierre de los comicios en Donetsk, el presidente de la comisión electoral de Lugansk, Sergei Kozyakov, informó que la participación ya era del 61,74%, según la agencia de noticias rusa Tass.
En total, las autoridades separatistas abrieron 102 centros de votación allí, un número pequeño para el número de votantes que posee la región.
Por eso desde tempranos se vieron extensas colas de votantes a lo largo de la jornada, tanto en Donetsk como en Lugansk.
En su acto de cierre de campaña, Zakharchenko había asegurado que las elecciones servirán para legitimarlos ante los ojos del gobierno nacional ucraniano.
"Si nos reconocen y nos devuelve la tierra que perdimos sin dar una pelea, entonces retomaremos los vínculos económicos normales (con Ucrania) y viviremos como dos socios económicos", había prometido el líder rebelde.
Sin embargo, desde Kiev el presidente Petro Poroshenko no dudó hoy en volver a rechazar los comicios.
"La farsa con tanques y a punta de fusil que han montado dos organizaciones terroristas (...) es un acontecimiento terrible que no tiene nada en común con la expresión de la voluntad ciudadana", sentenció el mandatario en un comunicado difundido por su oficina de prensa.
Hoy en los centros de votación en el este del país el clima no fue tenso, como viene siendo la regla en los últimos meses. Hubo música en vivo, feria de comidas y venta de vegetales a precio regalado.
A principio de septiembre pasado, Kiev, las autoridades separatistas pro rusas, Moscú y la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) firmaron un cese de fuego, que más tarde ampliaron en un memorando de paz, que incluía la convocatoria de elecciones locales y más autonomía en Donetsk y Lugansk, pero reconociendo la autoridad nacional de Kiev.
Desde entonces, los combates y los ataques disminuyeron en el este de Ucrania, pero nunca cesaron, especialmente en las zonas vecinas del aeropuerto internacional de Donetsk, justo afuera de la ciudad.
Hoy, sin embargo, los observadores internacionales invitados por los separatistas, todos representantes de partidos de derecha europeos o fuerzas nacionalistas rusas, declararon que los comicios fueron tranquilos y sin irregularidades.
No hubo, en cambio, ningún observador de la OSCE.
Kiev y las potencias occidentales, sus principales aliados internacionales desde el derrocamiento del presidente pro ruso, Viktor Yanukovich en febrero pasado, no reconocen los comicios de las zonas separatistas.
Fuente: Télam