Varsovia, 23 de agosto (Télam-SNI). Un cura de alta jerarquía que trabajaba como agente encubierto para los servicios de inteligencia comunistas en Polonia se infiltró en el entorno del entonces obispo de Cracovia Karol Wojtyla y futuro Papa Juan Pablo II, y siguió de cerca sus pasos entre 1950 y 1960.
Según informó este viernes un miembro del Instituto para la Memoria Nacional polaco al diario Gazeta Wyborcza, el agente trabajó para la inteligencia soviética desde 1948 y hasta su muerte en los años 70.
El "topo" -quien usaba los seudónimos de Zagielowski y Torano- era "un prelado de alto cargo no sólo en el obispado de Cracovia sino también en el episcopado polaco" y trabajó como espía "bajo la amenaza de que se revelara un escándalo sexual en el que estuvo involucrado". (Télam)