Rousseff dijo que en todas las campañas electorales surgen denuncias de corrupción "que después no se confirman" y cuestionó que se hayan filtrado a la prensa "parte de las pruebas", precisamente las que implicaron al gobernante Partido de los Trabajadores (PT).
Varios medios de comunicación divulgaron el jueves parte de la confesión de dos testigos que admitieron haber participado en una red de corrupción que supuestamente desvió sumas millonarias de Petrobras para financiar a varios partidos políticos y pagar sobornos a políticos.
Según la declaración, un 3 % del presupuesto de los contratos de Petrobras iba a financiar las campañas electorales de formaciones políticas, entre los que figuraba del PT.
Los que están confesando ante la Justicia a cambio de una reducción de condena son el ex director de Abastecimiento de Petrobras Paulo Roberto Costa y el empresario Alberto Youssef, dueño de una casa de cambio que supuestamente gestionaba los fondos.
Rousseff reclamó una "investigación profunda" sobre el caso y subrayó que "nunca" escondió "la basura debajo de la alfombra".
El escándalo fue explotado por el candidato opositor Aécio Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), rival de Rousseff en la segunda vuelta del 26, quien advirtió sobre maniobras de corrupción "institucionalizadas" y que se volvieron "rutina" en los gobiernos del PT.
El presidente del PT, Rui Falcao, advirtió hoy que las denuncias contra dirigentes del partido son "acusaciones calumniosas", y el ex mandatario Lula Da Silva afirmó ayer que esos señalamientos "no pueden desanimar ni golpear" al PT.
"En todas las elecciones es lo mismo. Comienzan a divulgar denuncias, y, con denuncias, no necesitan probar nada, sólo insinuar. La acusación de corrupción no puede agachar la cabeza de los petistas. Todas las elecciones es lo mismo. Estoy harto", dijo Lula.
Las quejas del PT se volcaron también en una presentación que el partido hizo ante la autoridad electoral de Brasil por la encuesta de intención de voto divulgada el miércoles por el instituto Paraná Pesquisas, que mostraba a Neves con una ventaja de 8 puntos sobre Rousseff.
El comando de campaña oficialista pidió acceder a la metodología y el alcance del sondeo, y al sistema de control verificación y fiscalización de la recolección de los datos, consignó en su página el sitio Brasil247.
En el mismo terreno de las denuncias, el socialdemócrata Neves pidió a la Fiscalía que investigue decenas de supuestos perfiles falsos en las redes sociales usados con fines discriminatorios que, según su campaña, fueron creados para perjudicar a su candidatura.
Los perfiles dicen ser de supuestos seguidores de Neves o del PSDB y en los últimos días mostraron incontables mensajes injuriosos contra los habitantes del noreste del país -entre los que el PT es muy fuerte-, habituales blanco de discriminación en los estados más ricos y desarrollados del sur.
La campaña de Neves constató el "creciente aumento de las manifestaciones de impronta racista y discriminatoria en relación a los ciudadanos del noreste del país en las redes sociales", según un comunicado de la coalición opositora.
Esas injurias son realizadas "bajo el anonimato" a través de la creación de perfiles falsos, "lo que impide conocer de forma efectiva el origen de estas acciones", según los opositores.
Ayer, Rousseff acusó al PSDB de tener "prejuicios" contra los pobres del noreste del país y dijo sentir "orgullo" de recibir el voto de la población más carente y con menores niveles de educación, en respuesta a declaraciones del ex presidente Fernando Henrique Cardoso, que había dicho antes que el gobernante PT "está afincado en los (votantes) menos informados, que son los más pobres".
Fuente: Télam
