La Policía dijo que eran restos momificados y que el hombre sólo había elegido cadáveres de mujeres jóvenes para su macabra colección.
Si bien las autoridades se negaron a identificar al detenido, dieron a conocer sus fotografías. Gracias a eso, inmediatamente fue reconocido por la prensa local como Anatoly Moskvin, un historiador de 45 años considerado el máximo experto en cementerios de la ciudad. Su gran interés por los difuntos le sirvió también para escribir.
El mes pasado, Moskvin contó, en uno de sus artículos, su interés por los muertos. Relató que cuando tenía 12 años, pasó frente a un cortejo fúnebre cuyos participantes lo obligaron a besar el rostro de una niña de 11 años muerta. Agregó que más adelante se apasionó por lo oculto.
Autodidacta y experto en lingüística, se especializó, además, en cultura celta y aprendió a dominar 13 idiomas.
Sobre su detención, circulan distintas versiones. La oficial es que su arresto sobrevino después de una larga investigación sobre la profanación de tumbas en varios cementerios locales, según contó la vocera policial Svetlana Kovylina.
De acuerdo con el diario nacional Moskovsky Komsomolets, el historiador fue detenido en un cementerio mientras portaba una bolsa con huesos. Y, por otro lado, Kriminalnaya Khronika, una publicación especializada en crónicas de delitos en la región, indicó que los detectives descubrieron los cadáveres cuando visitaron a Moskvin para consultarlo sobre las profanaciones.
Fuente: América.infobae.com