Agregó además que "ahora, cuando se hace realidad el régimen de alto el fuego (...) la Administración de Obama otra vez vierte amenazas al anunciar la prolongación de la sanciones adoptadas anteriormente y la imposición de unas nuevas" contra Rusia y las repúblicas populares de Donetsk y Lugansk.
"¿No es acaso un intento de destruir los tímidos brotes de confianza entre éstas (las repúblicas populares) y las autoridades ucranianas, de minar o frustrar el proceso de paz?", inquirió el portavoz, según informa la agencia de noticias EFE.
Lukashevich recalcó que eso mismo se refiere a las "promesas de suministros masivos de armas estadounidenses a Ucrania, que instigan los planes revanchistas del 'partido de la guerra' de Kiev".
"Nos gustaría que en Estados Unidos mediten finalmente sobre las consecuencias de sus decisiones y acciones, más aún cuando ninguna sanción hará cambiar la posición de Rusia. Es hora ya de que Washington entienda esto", concluyó el portavoz.
Paralelamente, Serguei Narishkin, presidente de la Duma (Cámara de Diputados rusa), afirmó que su país no está interesado en que Ucrania se convierta en un estado fallido, aunque esto no se pueda descartar.
"Nosotros no estamos interesados en que Ucrania se convierta en un Estado fallido. Lamentablemente, tal evolución de los acontecimientos no se puede descartar", afirmó Narishkin, citado por las agencias de noticias rusas.
Al mismo tiempo aseguró que no pueden permanecer "indiferentes ante la suerte de la lengua rusa y de millones de habitantes de Ucrania vinculados con la cultura y la historia de Rusia, y con numerosos lazos familiares".
Narishkin denunció que "Kiev recurre a todo tipo de pretextos para aplazar" la reforma constitucional contemplada en los acuerdos de paz de Minsk del 12 de febrero pasado.
Subrayó además que la reforma constitucional es indispensable para restablecer la paz y la confianza entre Kiev y los prorrusos en conflicto en el este de Ucrania.
Fuente: Télam