En la operación completada hoy, un avión oficial ruso en el que presumiblemente viajaban los 10 agentes expulsados por la justicia estadounidense despegó a media mañana del aeropuerto de Viena, rumbo a Moscú.
En tanto, unos quince minutos más tarde, una aeronave estadounidense despegó hacia Nueva York, presumiblemente con los cuatro espías rusos que trabajaban para Washington.
El canje se produjo en la pista del aeropuerto de Viena. Los dos aparatos se colocaron de tal manera que sus puertas principales quedaban ocultas a los ojos de los fotógrafos y periodistas.
El intercambio de espías es el epílogo de la novela de espionaje que se destapó el mes pasado y que devolvió durante 15 días a Estados Unidos y Rusia el clima de la Guerra Fría.
Quienes son los espías. El FBI había investigado durante años a los 10 individuos deportados. Algunos de ellos estaban instalados desde hace tres décadas en Estados Unidos y trabajaban para infiltrarse en los círculos políticos para luego enviar información a Moscú. Durante la audiencia, los agentes dejaron caer la máscara de las identidades falsas que en siete casos cubrieron su accionar: los esposos "Richard y Cynthia Murphy" admitieron llamarse, en realidad, Vladimir y Lydia Guryev. "Michael Zottoli" y "Patricia Mills", detenidos en Virginia el 27 de junio, resultaron ser rusos y llamarse, respectivamente, Mikhail Kutsik y Natalia Pereverzeva.
Por su parte, "Donald Heathfield" y "Tracey Foley", detenidos en Massachusetts, donde habían penetrado en el ambiente académico de Harvard y los negocios inmobiliarios, también eran rusos cuyos verdaderos nombres resultaron ser Andrei Bezrukov y Elene Vavilova.
"Juan Lázaro" no era peruano ni había nacido en Uruguay, como afirmaba socialmente desde que se había instalado en los suburbios de Nueva York: se llamaba, en realidad, Mikhail Anatonoljevich Vasenkov y también era agente secreto.
Sólo tres agentes no tenían nombres encubiertos: la peruana Vicky Peláez, y los rusos Mikhail Semenko y Anna Chapman, la sensual pelirroja de 28 años que causó sensación en la prensa norteamericana.
Del lado ruso, Medvedev indultó al espía de la CIA y experto nuclear Igor Sutyagin, a Alexander Zaporozhsky, a Guennadi Vasilenko y a Serguei Skripal.
Previamente, los cuatro sujetos habían remitido una solicitud de gracia al jefe del Kremlin, en la que declaraban su culpabilidad. De esta manera, se superó el último escollo para que los 10 agentes rusos detenidos en Estados Unidos regresaran rápidamente a Rusia.
Agencias AP, EFE y AFP