El presidente dijo que desde que pensó en la posibilidad de negociar un acuerdo de fin del conflicto con las FARC tuvo "muy claro" a dónde quiere llegar, qué se va a negociar, "qué está en la mesa de negociación y qué no está".
De ese punto no se movió "un ápice", dijo el mandatario, y agregó que su gobierno puede ser "flexible y hasta generoso" con los temas planteados en la negociación, pero no aceptará nada que esté fuera de ella.
"Hay líneas rojas que no permitiré que se traspasen y una de esas son nuestras Fuerza Armadas", insistió Santos, y explicó que cualquier cambio que pueda sufrir esa institución si se firma la paz con las FARC será producto de un proceso interno entre el gobierno y el estamento militar.
El presidente hizo las declaraciones a raíz de las críticas de sectores de la oposición de derecha, que alega que en los diálogos con las FARC se está discutiendo el futuro de las Fuerzas Armadas y que el reciente cambio en la cúpula militar obedece a esa negociación.
Por esa razón, Santos pidió a los militares "no dar atención a todo esos cuentos" que, según dijo, lo único que buscan es "socavar la moral" de la tropa.
"No le paren atención a esa voces que quieren por razones políticas o de otra índole envenenar el proceso que estamos adelantando", manifestó el Presidente.
Agregó que una garantía que tienen los militares de que no serán afectados por el proceso de paz está en el hecho de que desde un comienzo incluyó en la delegación negociadora del gobierno a dos generales en retiro, citó la agencia EFE.
Se trata del general del Ejército Jorge Enrique Mora Rangel y del de la Policía Óscar Naranjo, que a lo largo de su carrera llegaron a ocupar los más altos cargos en ambas instituciones.
"Son dos oficiales que tienen el mayor prestigio, el mayor respeto, la mayor experiencia de cuantos generales hoy existen en Colombia", dijo el mandatario y añadió que ambos "son prenda de garantía" para los militares y para el país.
Fuente: Télam
