En palabras muy similares a las que había utilizado ayer, cuando visitó la ciudad fronteriza Paraguachón, el mandatario colombiano advirtió que esa eventual reunión "requiere un mínimo de preparación para ser exitosa", pues no desea que sea "solo" para que ambos se tomen "una foto" y luego "todo siga igual".
Santos reveló que esta mañana habló por teléfono con el presidente de Ecuador, Rafael Correa, a quien pidió que continuara facilitando una solución al conflicto.
Correa había dicho ayer que estaba "trabajando para esa reunión directa" entre Santos y Maduro en el ámbito de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), de la que Ecuador ejerce la presidencia temporal.
Sin embargo, Maduro expresó su desconfianza acerca de la voluntad de Santos de conversar con él.
"Quiero hablar con Santos cara a cara para atender el problema del contrabando de gasolina, pero tengo la sensación de que no se quiere reunir", dijo Maduro anoche, durante su programa semanal de radio y televisión.
En ese mismo ámbito, el mandatario venezolano anunció la extensión del estado de excepción -que suspende las garantías constitucionales-, que ya regía en 13 municipios fronterizos, a otros 10, medida que fue cuestionada por Santos.
Maduro declaró el estado de excepción en siete municipios del estado noroccidental Zulia -donde la medida ya regía en tres distritos desde el 7 de este mes- y en tres del estado occidental Apure, resolución que fue oficializada hoy mediante su publicación en la Gaceta Oficial.
El estado de excepción también rige desde agosto pasado sobre 10 municipios del estado noroccidental Táchira, en uno de los cuales se registró el 19 de ese mes el incidente en el que resultaron heridas cuatro personas y que disparó el cierre de la frontera por parte de Venezuela y la crisis bilateral.
"No es ampliando los cierres como se acerca la posibilidad de una solución a los problemas que aquejan a nuestra frontera", se quejó el jefe del Estado colombiano.
Santos también agradeció el papel que no solo Ecuador sino también Uruguay -a cargo de la presidencia temporal de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur)- están desempeñando para facilitar el acercamiento entre las partes.
Esa gestión tuvo su primer resultado concreto el sábado pasado, cuando las cancilleres colombiana María Ángela Holguín y venezolana Delcy Rodríguez conversaron durante cuatro horas en Quito ante la presencia de sus colegas ecuatoriano Ricardo Patiño y uruguayo Rodolfo Nin Novoa.
Como consecuencia de ese encuentro, delegados de las cancillerías de Bogotá y Caracas se reunieron ayer y hoy en la ciudad fronteriza venezolana San Antonio del Táchira, y acordaron crear tres comisiones conjuntas para analizar asuntos relacionados con la situación de los ciudadanos colombianos en Venezuela.
Los funcionarios analizaron temas como "reunificación familiar, paso escolar transfronterizo y recuperación de enseres" dejados en Venezuela por los colombianos expulsados por el gobierno de este país, informó la cancillería de Colombia.
Asimismo, alcanzaron "un acuerdo para verificaciones de información y elaboración de propuestas en los objetivos enunciados", y se proponían hoy cerrar su labor con "las conclusiones y protocolos de trabajo conjunto".
Por Venezuela participaron de ese diálogo el gobernador del estado Táchira, capitán José Vielma Mora, y el jefe de la Autoridad Única de la Operación de Liberación y Protección del Pueblo, general Carlos Martínez, mientras por Colombia asistieron el asesor de la cancillería Víctor Bautista y la cónsul en San Antonio del Táchira, Sulman García.
Paralelamente, en 40 municipios limítrofes de siete departamentos colombianos rige desde hoy y hasta el 31 de diciembre próximo la exención del Impuesto al Valor Agregado (IVA) para alimentos, indumentaria, calzado, materiales de construcción y electrodomésticos, entre otros rubros, con el objeto de impulsar la economía de esa zona, afectada por el cierre de la frontera con Venezuela.
La relación entre Colombia y Venezuela está en entredicho desde el 19 de agosto pasado, cuando el segundo país cerró la frontera común y expulsó a 1.482 colombianos, mientras otros 19.952 regresaron voluntariamente a su país por temor a represalias, según datos de la Oficina de Naciones Unidas para la Coordinación de Asuntos Humanitarios (Ocha), y, según Bogotá y organismos internacionales, provocó una crisis humanitaria.
Fuente: Télam