De la Calle destacó que las bases de la jurisdicción especial para la paz acordada por las partes es una "solución inédita" que va a garantizar que ningún crimen grave quede impune y que establecerá penas en función del reconocimiento del delito y la voluntad de reparación.
"Esto es para culpables, no para inocentes. Es un sistema para actores del conflicto que hayan sido responsables", subrayó, y agregó que es un sistema que incluye a miembros de las FARC, agentes del Estado que "hayan desviado sus propósitos constitucionales" y "no combatientes que financiaran o apoyaran a grupos al margen de la ley".
El jefe negociador de Santos resaltó que este sistema de justicia ofrece garantías no sólo a las víctimas, con "reparación y verdad"; sino también a los responsables, ya que se asegura que las penas obtenidas en esa jurisdicción especial no podrán ser modificadas por otros tribunales, y que una vez que el acuerdo final sea suscrito y refrendado por los colombianos, se aprobarán normas jurídicas vinculantes, "proyectadas a futuro de manera que lo acordado no pueda ser echado atrás por las vicisitudes de cualquier gobierno nuevo".
El anuncio despertó reacciones en Colombia y en todo el mundo. Los primeros en celebrarlo fueron los gremios, para los cuales la creación de la jurisdicción especial de paz llega en un momento en el que lo importante es reconocer errores del pasado y comenzar a construir una nueva nación.
Los partidos políticos también salieron a celebrar los anuncios y varios congresistas, oficialistas y opositores, calificaron el momento de "histórico", y otros que fueron víctimas del conflicto armado manifestaron su "satisfacción" por el modelo de justicia que se acordó entre gobierno y FARC.
Los militares retirados, los cuales representan a varios uniformados que entrarían en esta jurisdicción especial de paz, también aplaudieron los anuncios hechos desde La Habana, citó el diario El Tiempo.
Para expertos en el tema de la paz, el acuerdo le da mucha fuerza al proceso de La Habana, y al fijar fechas para el fin de las conversaciones se les da esperanza al pueblo colombiano y credibilidad a las negociaciones.
Es "la mejor noticia en muchísimo tiempo" porque "por primera vez en 150 años" el continente iberoamericano "va a estar exento de guerra", dijo por su lado el ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo, mientras el secretario general de la OEA, Luis Almagro, calificó el acuerdo de "gran paso adelante".
El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, felicitó a ambas partes por un acuerdo que representa un "progreso significativo para alcanzar un acuerdo final de paz y colocar a Colombia más cerca aún de que termine el conflicto armado más largo del hemisferio".
También el gobierno venezolano expresó su "más profunda y honda satisfacción" por el "histórico" acuerdo y subrayó que "la paz en Colombia es la paz de Venezuela por la que tanto luchó y puso todo su empeño el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez".
"Estamos convencidos de que el siglo XXI es (un) siglo para resolver las controversias y temas pendientes en el continente mediante el diálogo", dijo el presidente de Bolivia, Evo Morales, en una declaración en La Paz.
También se sumaron al optimismo los gobiernos de México, Argentina, Brasil, Francia y Alemania, cuyo ministro de Asuntos Exteriores Frank-Walter Steinmeier, no obstante advirtió de que todavía queda terreno por recorrer y que será necesario llegar a difíciles compromisos.
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, animó hoy a la comunidad internacional a aprovechar la oportunidad de un acuerdo de paz definitivo en Colombia que se abre con el pacto sobre justicia transicional, que definió como "un paso adelante decisivo".
De igual modo, el gobierno de Noruega, acompañante del proceso de paz, calificó hoy de "muy positivo" el hecho de que el gobierno y la FARC estén "de acuerdo en un calendario para cerrar las conversaciones y en crear un tribunal especial para quienes estén detrás de los peores crímenes en uno de los conflictos armados más antiguos".
Por su lado, el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur), Ernesto Samper, dijo que los acuerdos anunciados "son la antesala de la paz, que solo se dará con el silencio definitivo de las armas".
Uno de los que mostró su reparo con el anuncio fue el director de Human Rights Watch (HRW) para América, José Miguel Vivanco, quien advirtió de que conlleva impunidad para los autores de delitos graves, por lo que la Corte Penal Internacional (CPI) podría no aceptarlo. El acuerdo "permitiría que los máximos responsables de los peores abusos puedan eximirse de pasar siquiera un solo día en prisión", apuntó Vivanco, quien siempre ha expresado su desacuerdo con algunos aspectos de este proceso de paz.
Según declaró, hizo esa afirmación "sin perjuicio" de que la nueva jurisdicción especial para la paz contempla esfuerzos para promover la rendición de cuentas por las graves violaciones de derechos humanos cometidas durante el conflicto armado".
Fuente: Télam