James se llama el desafortunado novio, que debió escoger entre un inusual castigo o ser demandado a la Policía por violación. Ante este panorama, no fue difícil tomar la decisión. El desquiciado suegro se encargó de dejar todo refistrado, ayudado por uno de sus parientes, que filmaba todo unos metros más atrás.
"Este es un trato y será el fin de todo. Sólo recuestaste. No te patearé en los genitales, lo prometo", negocia el padre de la novia, ante la mirada desconfiada de su yerno. Finalmente, él accede y se recuesta sobre el césped. Entonces, comienza el castigo.
El joven comienza a recibir duras nalgadas de parte de su suegro, filmado siempre de cerca por uno de los familiares de su enamorada. James grita de dolor y aguanta unos segundos, hasta que se sale abruptamente, para evitar seguir recibiendo el castigo. "Considérate afortunado James. Pudiste haber enfrentado cargos por violación y haber recibido una paliza", dice el hombre, cuando todo termina.