De este modo ya están bajo custodia de las autoridades los dos líderes rivales que se enfrentaron con armas de alto poder en este municipio de Michoachán, al oeste de la Ciudad de México.
El sábado pasado se entregó Mora, fundador de las autodefensas, grupos civiles armados creados para luchar contra el crimen organizado en Michoacán, específicamente del cartel de Los Caballeros Templarios, y 26 de sus seguidores.
Torres y sus hombres fueron trasladados en un helicóptero de la Marina a las instalaciones de la Procuraduría General de Justicia del estado en Morelia, capital de Michoacán, donde se les efectuaron exámenes médicos, y de allí fueron llevados en ómnibus a la cárcel Mil Cumbres, indicó Salazar Esquivel a Radio Fórmula, en declaraciones reproducidas por la agencia EFE.
Durante el tiroteo en el paraje rural La Ruana, un comando de Torres se enfrentó con hombres de Mora, quien perdió uno de sus hijos en el enfrentamiento.
Ambos integrantes de las autodefensas, que legalizó el gobierno de México como Fuerza Rural en mayo pasado, han tenido diferencias históricas, en las que Mora ha acusado a Torres de servir a Los Caballeros Templarios.
Este lunes, la fiscalía de Michoacán acusó a Mora, y a 25 de sus hombres y una mujer, del delito de homicidio calificado de 10 de los 11 fallecidos en el enfrentamiento en La Ruana.
En un principio, el comisionado federal para la Seguridad y el Desarrollo Integral de Michoacán (interventor), Alfredo Castillo, reportó que en el enfrentamiento habían muerto cinco hombres de Mora, entre ellos su hijo Manuel, y seis colaboradores de Torres.
Michoacán ha sido escenario del enfrentamiento de los carteles por el control de la región. Las autodefensas, grupos de civiles armados, nacieron en febrero de 2013 y, aunque inicialmente fueron toleradas por las autoridades, no se libraron de acusaciones de complicidad con los narcotraficantes.
Su auge y el enfrentamiento entre ellos llevó a que el presidente Enrique Peña Nieto ordenase en mayo su disolución y su reconversión en una Fuerza Rural legalizada.
Desde marzo pasado, Torres inició una disputa por el control absoluto de la región de Tierra Caliente después de integrarse al grupo de autodefensa de Mora y, finalmente, crear el suyo propio supuestamente con narcotraficantes "arrepentidos", lo que provocó una ruptura entre ambos grupos civiles.
Finalmente, tras los últimos anuncios presidenciales de eliminación de las policías municipales, centralización de los mandos de seguridad e incluso la posibilidad de eliminar alcaldías permeadas por el narcotráfico, esa Fuerza Rural también fue disuelta y reemplazada por la policía federal y el Ejército.
Antes, en enero de este año, Peña Nieto nombró un comisionado para la región, cargo que ocupa Castillo, con el objetivo pacificar Michoacán, que -según cifras del Sistema Nacional de Seguridad Pública- sigue entre los primeros cinco lugares en homicidios dolosos, secuestro y extorsión.
Fuente: Télam