Tanto el gobierno ucraniano como las autoridades de los dos gobiernos separatistas que declararon la independencia hace tres meses en el Este anunciaron la semana pasada una tregua en un perímetro de 40 kilómetros del lugar donde hace diez días cayó el avión malayo, que transportaba a cerca de 300 personas. Todas fallecieron.
Pese a las promesas de ambos lados, los combates y los ataques continúan.
El Consejo de Seguridad Nacional de Ucrania informó hoy que sus tropas cercaron Horlivka, un bastión clave para los separatistas, que en las últimas semanas sufrieron duras derrotas y se replegaron a un puñado de ciudades.
Horlivka está a unos 30 kilómetros de la ciudad de Donetsk, el lugar donde se cree que se reagruparon la mayoría de las milicias separatistas.
Medios locales estimaron que decenas de civiles murieron en Horlivka y, como ya es costumbre, el gobierno nacional y los separatistas se acusan mutuamente por esas muertes.
Kiev no dio detalles sobre otros frentes de batalla, aunque sí aclaró que el Ejército está combatiendo en otros puntos de la provincia de Donetsk, donde cayó el avión malayo hace diez días.
Por su parte, la agencia de noticias oficial rusa Ria Novosti informó que una columna de blindados del Ejército ucraniano irrumpió hoy en el pueblo de Shakhtarsk, a sólo 15 kilómetros del lugar donde aún están los restos del avión de Malaysia Airlines.
Shakhtarsk es un lugar estratégico ya que si el Ejército logra controlarlo puede comenzar a sitiar la ciudad de Donetsk.
Medios ucranianos, en tanto, informaron también que el Ejército y los separatistas pro rusos se enfrentaron hoy en los pueblos de Snizhne and Torez, otros dos centros que se encuentran dentro del perímetro de 40 kilómetros designado por el gobierno nacional y los rebeldes.
Por eso, a diez días de la muerte de las casi 300 personas que viajaban en el Boeing 777 de Malaysia Airlines, los investigadores holandeses y australianos no han podido iniciar su trabajo.
Como si eso no fuera suficiente, Holanda aún debe recuperar unos 80 cuerpos que no fueron encontrados y entregados por los separatistas la semana pasada.
Para ello, Holanda mandará más gente al convulsionado este de Ucraniano donde ya han muerto más de 600 personas, pero el primer ministro holandés Mark Rutte descartó hoy que ese contingente incluyera soldados.
"La opción que habíamos analizado era una opción militar en la que asegurábamos el aérea para que se pudiera trabajar en un ambiente estable. Pero esa opción esa opción representaría tal provocación para los separatistas que podría desestabilizar la situación", explicó a la prensa el premier holandés.
Fuente: Télam