"Está todo dentro de la normalidad. Los ciudadanos están yendo a las urnas y manifestando su voto con gran tranquilidad", definió la magistrada, quien evaluó que "el elector brasileño es muy participante", por lo que estimó que será "diminuto" el número de personas que no voten, según reportó la estatal agencia Brasil.
Alrededor de 140 millones de brasileños participan hoy de las elecciones en las que se elegirán 5.564 alcaldes y 57.434 concejales, elecciones ponderadas como el anticipo de los comicios presidenciales de 2014.
"Mucha gente en Brasil nació en democracia, pero hay un cantidad de brasileños que aún recuerda lo que es no tener derecho a ejercer el voto", por lo que "hoy es un momento muy especial" para el país, sobre el que resaltamos su "democracia estable, con reglas, con respeto a los derechos y, especialmente, con esta inmensa fiesta que es elegir a quien va a dirigir su propia ciudad", sostuvo la jefa de Estado al votar esta mañana en Porto Alegre.
Las 501.900 urnas fueron abiertas a las 8 (hora de Brasilia) en 20 estados y una hora después en otros seis, ya que Brasil tiene dos husos horarios, cerrarán a las 17 y se estima que los resultados se conocerán 22, informó la agencia de noticias DPA.
El voto es obligatorio para todos los ciudadanos brasileños alfabetizados y mayores de 18 años, y opcional para quienes tienen entre 16 y 18 años, para mayores de 70 años y para personas analfabetas.
Los votantes deberán elegir entre 15.718 candidatos a alcalde, que se disputan un total de 5.564 cargos ejecutivos municipales, y 449.756 candidatos a concejal que compiten por uno de los 57.434 cargos legislativos municipales de todo el país.
Todos los cargos quedarán consagrados en primera vuelta en las ciudades de menos de 200.000 habitantes, en tanto podrán disputar un balotaje quienes no logren mayoría en los municipios en los que se supere esa población.
Las tres ciudades con más peso electoral y que pueden generar mayores proyecciones para las presidenciales de 2014 son Río de Janeiro, Belo Horizonte y San Pablo, esta última con amplias posibilidades de balotaje y donde puso todos sus esfuerzos el ex presidente Luiz Lula da Silva para que el candidato de su Partido de los Trabajadores (PT) llegue a esa segunda vuelta.
De acuerdo con las últimas dos encuestas, Fernando Haddad, quien fue ministro de Educación de Lula, disputa el segundo puesto con un peso pesado, el ex alcalde y ex gobernador José Serra, candidato del Partido de la Social Democracia Brasileña (PSDB), acérrimo competidor del PT. Lejos, el postulante del Partido Republicano Brasileño (PRB), Celso Russomano, iba primero en la intención de voto.
En Río de Janeiro, el PT no compite pero está despreocupado, ya que su mayor aliado, el Partido del Movimiento Democrático Brasileño (PMDB), lideraba con comodidad las encuestas con el actual alcalde Eduardo Paes contra su principal competidor, Marcelo Freixo, del Partido Socialismo y Libertad (PSOL).
Algo más disputada es la alcaldía de la capital de Minas Gerais, Belo Horizonte, donde las alianzas de los dos partidos más antagónicos (PT y PSDB) se frustraron y Márcio Lacerda, aspirante del Partido Socialista Brasileño (PSB), cercano al gobierno, reunía entre 45 a 47 por ciento de las simpatías.
Con un riesgo calculado y como previa del posible enfrentamiento que tendrá en 2014 con el ex gobernador de la provincia y actual senador Aécio Neves, la presidenta Dilma Rousseff optó en Belo Horizonte por un candidato de su partido, Patrus Ananias, que los sondeos ubicaban en segundo lugar con 32 por ciento de las preferencias.
El proceso electoral de este año, incluyendo la primera y la segunda vuelta, supuso un presupuesto cercano a los 298,5 millones de dólares, lo que lo convierte en el más caro de la historia del país.
El costo de las últimas elecciones celebradas en 2010, cuando se eligieron presidente de la República, gobernadores, senadores y diputados, rondó los 240 millones de dólares.
Fuente: Télam