El EPP, que según las autoridades recibió adiestramiento de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), se atribuye el secuestro de Zavala, de 45 años, de su estancia en el departamento de Concepción, a más de 500 kilómetros al noreste de Asunción.
Las donaciones se realizaron en Ricardo Brugada, un barrio en las afueras de Asunción, donde varios de los pobladores se quejaron por que la ayuda, consistente en diez cabezas de ganado que equivalen a más de 3.000 kilos de carne, no les alcanzó.
También fueron beneficiadas con similares cantidades las comunidades de indios pobres Redención, conformada por unas 66 familias, y Boquerón (40 familias), ambas en el Departamento de Concepción.
Por su parte, dirigentes de la Asociación Rural del Paraguay (ARP), la principal patronal ganadera del país, calificaron el hecho como "una burla populista contra la población" y consideraron que las investigaciones no dieron muestras de progreso.