En una conferencia de prensa en Damasco, Kaag explicó que ese porcentaje de armamento químico que todavía no fue entregado se encuentra en "un lugar específico" de Siria, aunque no precisó dónde.
Todo el proceso de desarme químico se realizó en la más extrema reserva ya que el país atravieza una cruenta y larga guerra civil entre el gobierno y un frente insurgente heterogéneo, que incluye a islamistas radicales como Al Qaeda.
Las principales preocupaciones fueron que algún grupo insurgente se hiciera con un agente tóxico o que uno de ellos explotara en medio de un traslado, provocando un desastre humanitario.
Con ese temor en mente, Kaag pidió al gobierno sirio terminen de sacar del país lo que queda de su arsenal químico antes de que caigan "en manos equivocadas", informó la agencia de noticias EFE.
Pese a que la misión de la ONU y la OPAQ no reveló el volumen total ni el contenido del arsenal sirio, sí se sabe que el 92% ya fue cargado en dos buques, uno noruego y otro danés, en el puerto de Latakia, sobre la costa del Mar Mediterráneo, y está listo para zarpar con dirección a Europa.
Allí los espera una nave de la Marina estadounidense, en donde se concretará la delicada y peligrosa tarea de destruir los agentes tóxicos.
La finalización del proceso de desarme sirio es clave para evitar una nueva escalada militar entre Damasco y las potencias occidentales, quienes además de apoyar abiertamente a la insurgencia siria, acusan a Al Assad de haber utilizado armas químicas contra su propia población.
El año pasado la ONU confirmó un ataque con gas sarín contra un barrio de las afueras de Damasco y, pese a que no responsabilizó directamente al gobierno sirio, Estados Unidos y algunos aliados -Francia, Reino Unido, Turquía, Qatar y Arabia Saudita, entre otros- comenzaron a movilizar sus tropas, flotas y aviones para lanzar un ataque contra el territorio sirio.
La intervención militar sólo fue detenida por la propuesta rusa de destruir todo el arsenal químico sirio en coordinación con el gobierno de Al Assad antes del 30 de junio próximo.
Aún si el desarme avanzó significativamente, en las últimas semanas los gobiernos de Estados Unidos y Francia volvieron a denunciar un presunto ataque químico, esta vez con cloro, y pidieron que la misión de la OPAQ en Siria lo investigue.
Fuente: Télam