Numerosos locales comerciales de esa ciudad filipina, situada 875 kilómetros al sur de Manila, cerraron sus puertas, en tanto que las escuelas enviaron a sus casas a los alumnos y suspendieron las clases.
"Esta es una operación terrorista", dijo por su parte el jefe de prensa del ejército filipino, teniente coronel Danilo Servando, quien identificó como el principal sospechoso de los atentados al grupo islámico Abu Sayyaf, supuestamente vinculado a la red Al Qaeda de Osama Ben Laden. (Télam-SNI)