El gobierno nacionalista húngaro del primer ministro Viktor Orban también ha advertido de que empezará a aplicar un proceso acelerado para tramitar las solicitudes de asilo, y quien no reciba ese estatus será devuelto a la vecina Serbia, ubicada al sur de Hungría.
"No quiero asustar a nuestro pueblo y lloriquear como algunos otros que van por Europa y se quejan, piden. Creo que nuestro Estado tendrá fuerza para luchar con este problema", indicó el primer ministro serbio.
Serbia es un país de tránsito y se encuentra en la llamada "ruta balcánica" por la que pasan los inmigrantes de Medio Oriente y Asia hacia Hungría y el resto de la Unión Europea (UE), sobre todo Alemania y Estados occidentales y escandinavos.
Vucic indicó que se ha registrado a unos 130.000 inmigrantes y refugiados que han pasado por Serbia en lo que va de año, y que ayer entraron en el país balcánico 5.540 personas.
Señaló que los refugiados no representan ninguna amenaza para Serbia, y pidió a los ciudadanos que les den un buen trato.
"Dejemos al Estado que haga su trabajo y estarán contentos los que llegan", declaró Vucic, y criticó cualquier intento en Serbia de protestar contra la llegada de la oleada de refugiados.
Vucic recordó que Serbia, que no es miembro de la Unión Europea (UE) no está dentro de las cuotas de reparto de los refugiados propuestas por la Comisión Europea (CE), pero que está dispuesta a asumir su parte de la responsabilidad.
La mayoría de los refugiados entran en Serbia desde Macedonia a la pequeña localidad de Miratovac, donde se ha instalado un campamento con tiendas para primeros auxilios, y en el que, según la emisora RTS, esta mañana se encuentran unos 1.000 refugiados.
RTS indicó que para hoy se esperaba la llegada de otros 4.000.
Fuente: Télam