El aparato, fabricado en Rusia, penetró unos 13 kilómetros en el territorio sudcoreano a una velocidad de 900 kilómetros por hora y volvió posteriormente hacia el norte, informaron las autoridades de Seúl.
Tras el alerta, seis cazas sudcoreanos despegaron rápidamente y las baterías de misiles fueron preparadas. (Télam-SNI)