Sakelaridis señaló que una vez que se logre un acuerdo con la Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional, este será remitido inmediatamente a los grupos parlamentarios donde todos los diputados "tendrán que asumir su responsabilidad".
En caso de no lograr el apoyo de los diputados de la coalición gubernamental -el izquierdista Syriza y el nacionalista Griegos Independientes-, "la única salida son las urnas y el voto del pueblo", dijo el portavoz, según informa la agencia de noticias EFE.
El plan presentado ayer contiene concesiones que van claramente más allá de lo ofrecido hasta ahora y entre las medidas más duras figuran subas del IVA en la factura de los hoteles y de la carga fiscal de las empresas, así como de las cotizaciones a la Seguridad Social y de las contribuciones de los jubilados a los seguros de enfermedad.
Frente a este plan de ajuste ofrecido, las reacciones del partido gubernamental Syriza no se hicieron esperar.
El vicepresidente del Parlamento, Alexis Mitrópulos, afirmó que las medidas "no se pueden votar porque son extremas y antisociales".
"Creo que este paquete no puede entrar así en el Parlamento", advirtió.
Por su parte, el diputado de Syriza Yanis Mijeloyanakis, calificó las nuevas propuestas de "lápida para Grecia" y opinó que el plan no pasará por los diversos órganos del partido.
Según Mijeloyanakis, el nuevo plan es "peor que el primer rescate y ampliará la miseria social que Syriza se había comprometido a combatir".
Asimismo, estimó que "con las nuevas medidas los griegos perderán dos salarios mensuales" e instó al Gobierno a decir "no" al compromiso, especialmente si no va acompañado de una reestructuración de la deuda y de un plan de inversiones.
"¿Cómo se puede hacer un acuerdo que aumentará los suicidios y empobrecerá a la gente?", se preguntó.
Mijeloyanakis dijo que personalmente no apoyará un acuerdo con las características que se conocieron hasta el momento y fue aún más lejos al afirmar que "incluso diputados leales a Tsipras, que no pertenecen a ninguna corriente, no apoyarán un acuerdo de este tipo".
Como contrapartida, líderes de la eurozona y dirigentes europeos dijeron ayer que la nueva propuesta presentada por el gobierno griego es la mejor en varias semanas y podría permitir un acuerdo que evite un default y una salida de Grecia del euro, destrabando cuatro meses de negociaciones entre Atenas y sus acreedores.
"Las propuestas (griegas) son un paso positivo. Serán evaluadas en las próximas horas", dijo el presidente de la Unión Europea (UE), Donald Tusk, luego de una cumbre de emergencia sobre Grecia de los 19 Jefes de Estado y Gobierno de la eurozona, entre ellos el premier griego, Alexis Tsipras, y la directora gerente del FMI, Christine Lagarde.
Así, el gobierno del primer ministro Alexis Tsipras tendría una última oportunidad, en una cumbre de líderes europeos convocada para esta semana, de convencer a sus acreedores de la eurozona de destrabar fondos de asistencia que Atenas necesita imperiosamente.
Los acreedores del país heleno exigen esas reformas a cambio de destrabar 7.200 millones de euros de ayuda financiera que Grecia necesita urgentemente para hacer frente a sus obligaciones, entre ellas un vencimiento con el FMI el 30 de junio.
El izquierdista Tsipras fue electo en enero con la promesa de acabar con los ajustes aplicados por los gobiernos anteriores, que contuvieron algo el déficit pero dispararon la pobreza y el desempleo y contrajeron la economía griega un 25%.
Fuente: Télam